El escándalo los alejó de la selección; en momentos distintos, Marco Fabián, de Chivas, y Jesús Corona, de Cruz Azul, perdieron la oportunidad justo cuando estaban a punto de participar en competencias clave del Tricolor. En una nueva convocatoria para el partido amistoso del miércoles ante Venezuela, ambos están de regreso, serenos por lo que aseguran aprendieron durante su exclusión, pero conscientes de que esa imagen que los alejó del selectivo pudo dejar una huella permanente.

Fabián no elude que aquel suceso en Quito –cuando ocho seleccionados entraron al hotel de concentración con prostitutas, en la gira de preparación rumbo a la Copa América 2011– aún resuena cuando se le asocia con el Tri.

Esto puede marcar toda tu vida, admite el goleador horas antes de viajar a Houston para el encuentro amistoso. Pero te marcan mejor las cosas buenas y con esas me quedo, dice para afrontar las preguntas sobre ese capítulo.

Todas sus respuestas resumen su ánimo ante esta convocatoria; insiste en que ya dejó atrás esa página y que prefiere concentrarse en esta nueva oportunidad.

Son momentos de la vida, tropiezos que te ayudan a madurar, pero ahora estoy más contento y dispuesto a olvidar lo que pasó, a dejar a un lado todo y empezando a ver lo que viene en esta nueva historia, enfatiza.

Desde que fue oficial su baja de la selección, Fabián empezó a contar el tiempo para que el entrenador a cargo lo volviera a llamar, porque en el fondo –cuenta– nunca perdió la confianza en que sería convocado nuevamente.

Creo que siempre demostré quién soy con mi forma de juego, dice. La calidad nunca la dejé de lado y por lo que corresponde a la otra parte, a mi persona, ahora vengo bien concentrado en lo que quiero y para ganar un lugar.

Corona se alejó en dos ocasiones del arco tricolor. La primera: Sudáfrica 2010, por las secuelas jurídicas y mediáticas de un pleito del que dio distintas versiones hasta que admitió que había golpeado a un sujeto a la salida de una discoteca. La segunda, a consecuencia de aquella trifulca en las semifinales del torneo Clausura 2011, poco antes de la Copa Oro pasada.

Ahora estoy en la selección, no sé si sea la última oportunidad, porque las decisiones las toma el técnico, comenta. Quiero dedicarme a trabajar para demostrar por qué estoy aquí, me han dado la confianza y quiero seguir manteniendo un buen nivel.

A un par de metros, Carlos Salcido habla sobre las posibilidades de ser capitán ante Venezuela.

No me gustaría ser capitán para un partido amistoso, sino para un torneo internacional, responde el defensa de Tigres. No me interesa mucho, la verdad; soy un jugador que no necesita el gafete para poder hacer un buen partido; estoy comprometido con la selección, esa es la realidad.

Mientras tanto, Rafael Márquez Lugo reconoce que no todos tienen las mismas oportunidades, respecto de los europeos. Es algo natural, porque están en mejores ligas, a un nivel de competencia más importante, señala.

El americanista Jesús Molina refuerza esta idea: Por jerarquía siempre será así, ellos están a muy buen nivel, tienen mérito por estar en Europa.