La crisis económica mundial tuvo consecuencias sobre la transición energética, pues la inversión en investigación, desarrollo y comercialización en energías renovables cayó 38 por ciento en 12 meses, en tanto los recursos para la producción a partir de materiales fósiles se redujeron 21 por ciento, aseveró el ex embajador Jorge Eduardo Navarrete.

Durante el segundo día de actividades del congreso Ciencias y humanidades 2012, organizado por la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), el investigador del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) subrayó que la velocidad en la transición energética, en particular en las energía renovables, se detuvo por la crisis financiera global.

Dijo que hay gran desigualdad global en la materia. Del total de la población mundial, 7 mil millones de personas, mil 300 (19 por ciento) carecen de electricidad.

Análisis

Con base en el análisis sobre perspectivas en la materia, el ex embajador indicó que la demanda total de energía primaria en 2030 excederá en 33 por ciento a la de 2010, y sólo la quinta parte (22 por ciento) de ese aumento podrá ser satisfecha por avances en la productividad, en tanto que el 78 restante deberá ser cubierto por incrementos en la oferta.

Al participar en la mesa sobre transición energética, Navarro resaltó que entre 2009 y 2035 la demanda de energía adicional en el mundo se concentrará en dos naciones: China, con 30 por ciento, e India, con 16.

Claudio Estrada, director del Centro de Investigación en Energía de la UNAM, destacó las ventajas de la energía solar, que tiene que ser fuente fundamental, ya que será sustentable siempre.

Actualmente la producción energética de México depende 92 por ciento de productos fósiles –contaminantes y finitos–, 7 por ciento de renovables y uno por ciento de nuevos renovables.