Sufren Chivas, Atlas y Estudiantes
uego de la segunda derrota de Chivas –esta vez ante Jaguares–, Fernando Quirarte está con un pie fuera del popular equipo. El Sheriff es otro caso más que demuestra que no es lo mismo criticar desde un micrófono que entrarle al ruedo. Al timonel de larga trayectoria se le deshace el equipo entre las manos y nadie puede asegurar su permanencia para la fecha tres, cuando reciban a los Xolos.
Mayor es la angustia de Estudiantes y Atlas, dos clubes tapatíos con riesgo de descenso que, al igual que Querétaro, parecen consumirse bajo la fuerte presión que los acecha y no han podido ganar en el arranque del Clausura 2012.
A Juan José Leaño, en otro tiempo uno de los hombres más influyentes del balompié mexicano, cofundador de Santos Laguna y ex presidente de la FMF, le toca ver el desmoronamiento de un plantel que nunca permeó en el gusto de una afición eternamente dividida entre Chivas y Zorros. Además, los de Zapopan sólo pueden presumir un título (1993-94) en sus casi 50 años en el máximo circuito.
Tan mala suerte han tenido que a los tecolotes se les escapó un título. Cuenta Carlos Miloc que luego de hacer una gran campaña en el timón del cuadro de la UAG –con récord de 20 partidos sin derrota, 14 triunfos y 6 empates– fue llamado para regresar a Tigres, donde logró su segundo título (1981-82). “Tras el juego final, la primera llamada que recibió mi esposa fue la del señor Leaño; le dijo: ‘¡Ese campeonato de don Carlos me lo debe a mí. Era para Tecos!’”.
La debacle comenzó poco antes del 3 de julio de 2010, cuando falleció el rector de la UAG, Antonio Leaño Álvarez del Castillo, quien deseaba dejar en ese cargo a su hermano, el ingeniero Juan José, pero la oposición de los hijos fue determinante y el hombre del futbol fue desplazado. Un tanto deprimido se alejó de esa pasión por el equipo tapatío, al que ni las ideas de Juan José Frangie han podido ayudar.
El rescate financiero de Francisco Ibarra García de Quevedo –ex presidente del Atlas y ahora accionista de Estudiantes Tecos– no parece muy exitoso. Esta semana llovieron problemas con la irregular transacción del refuerzo argentino Fernando Gutiérrez, al que San Lorenzo acusa de haberse fugado
, y enseguida llegó la debacle ante San Luis y la renuncia del técnico José Luis Salgado.
Atlas, en tanto, es un cántaro de grillos donde hoy, obligado por la crítica situación del porcentaje, intenta funcionar bajo una sola voz cantante. Ahí Ibarra no pudo imponer su ley e intenta desfogar esa añeja frustración con Estudiantes. Muchos opinan que la única salvación de los rojinegros es poner a la venta al equipo y convertirlo en sociedad anónima.
Como en la primera fecha del torneo, de nuevo el arbitraje influyó negativamente en los resultados. El error más obvio fue el de Fernando Guerrero, quien validó un gol ilícito a Tigres frente a los Gallos Blancos, el cual cayó después de que el balón había rebasado casi un metro la línea de fondo. No hay pretexto ante el desaseado trabajo de los silbantes, perjudicial, en este caso, para un equipo que lucha por su permanencia.
La otra pifia fue cometida por el nervioso y localista Erim Ramírez, al marcar inexistente penal que concretó Matías Vuoso, gracias al cual el América salvó la tarde de su presentación en el estadio Azteca y en la jornada en la que estrenó uniforme, pues el empate 1-1 le supo a gloria, luego de una semana en la que abundaron los encontronazos verbales entre Miguel Herrera y los escarlatas.
Pumas sacó la casta y con sus juveniles por delante venció 3-0 al Morelia. Parece que los auriazules dependen de los porteros, pues la semana pasada un inspirado Óscar Conejo Pérez los maniató y ahora Federico Vilar, a quien le gusta gravitar peligrosamente en su área, dio ventajas que aprovecharon los dirigidos por Guillermo Vázquez.
San Luis cerró como flamante líder y el escándalo de la semana lo protagonizó el Puebla de Ricardo Henaine, empresario favorecido por gobiernos estatales anteriores y hoy en abierta pugna con Moreno Valle. La única carta en su favor –en el tema de futbol– es que los federativos Justino Compeán y Decio de María inclinan sus votos hacia él en su diferendo con Francisco Bernat.