En México hay crisis alimentaria, luego de que 50 por ciento de los municipios han sido declarados en sequía y de que los cultivos de maíz que tradicionalmente se realizan en el norte del territorio nacional han sido trasladados al centro y sur del país, señaló Juan Elvira Quesada, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Pasamos por un mal momento de oferta agrícola a consecuencia de heladas, sequías, inundaciones, lo que provoca presiones en precios, además de las que hay a escala internacional, y como importadores de granos éstos nos salen más caros; el precio de la tortilla ha aumentado y el costo del maíz se ha elevado en todo el mundo, aseguró José Angel Gurría, secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Agregó que esta situación no es exclusiva de México: no tenemos control de los precios de los productos ni del petróleo. Sólo podemos hacer esfuerzos internos, financiamiento oportuno y ser más autosuficientes para evitar el impacto.

Entrevistado al término de la presentación de la Plataforma de conocimiento sobre crecimiento verde, Gurría explicó que si hay aumento internacional de precios, México no queda exento: es un problema del mundo entero. Aseguró que hay grupos en pobreza extrema a los que se apoya para compensar estos fenómenos, como el programa Oportunidades, que respalda en nutrición. En este momento –apuntó– el país tendrá que importar; nosotros no controlamos las sequías.

En su intervención durante el foro donde se presentó la plataforma, el premio Nobel de Química Mario Molina señaló que la mayor amenaza para la seguridad alimentaria es el cambio climático. Si cambia el clima hay más sequías o inundaciones, además de que el calentamiento global también incide en la pérdida de biodiversidad.

Explicó que estudios demuestran que es más costoso no tomar medidas para detener dicho fenómeno, pero esto no ha terminado de hacerse por las políticas internacionales de Estados Unidos. Si no participa en las negociaciones internacionales, no se resuelve el problema (...) Apuesto para que regrese a la racionalidad.

En relación con el desarrollo verde, durante su conferencia magistral Gurría sostuvo que para 2050 la economía crecería cuatro veces, pero esto significa que el uso de energía también se elevará 80 por ciento y las emisiones de gases de efecto invernadero se duplicarían, por lo que es urgente que se empiece a actuar desde ahora.

Detalló que por cada dólar no gastado en reverdecer el sector energético se provoca un gasto de 4.3 dólares, y reconoció que la economía verde aún es relativamente pequeña.

Advirtió que las naciones más pobres destinan las mayores cantidades de dinero al subsidio de los combustibles, ya que gastan alrededor de 350 mil millones de dólares, y es algo que debe cambiar.

Por su parte, Elvira Quesada sostuvo que durante este año se buscará gestionar tecnologías innovadoras y capacitación ante diversas instancias internacionales, con el propósito de que cada vez más expertos mexicanos cuenten con mejores herramientas para transitar hacia una economía baja en carbono.

Por la mañana se hizo el lanzamiento del estudio de prospección de economía verde para México por parte de la Organización de Naciones Unidas, el Banco Mundial y la Semarnat, el cual producirá un análisis de diferentes políticas fiscales y económicas para fomentar la inversión en sectores, clave con el objetivo de estimular el crecimiento, crear empleos verdes y mejorar la sustentabilidad ambiental.