La infancia es como un cuchillo clavado en la garganta, es la metáfora que recorre las obras del dramaturgo quebequense-libanés Wadji Mouawad, que se concentra aún más en sus monólogos Un obús en el corazón y Cuchillo, que con la dirección de Hugo Arrevillaga serán estrenados el 19 de enero en el foro A Poco No.

Arrevillaga es reconocido por las puestas en escena de Incendios, Bosques y Litorales, además de que en fecha próxima montará Cielos, tetralogía escrita por Mouawad, quien como creador escénico toca de manera certera el corazón de la desdicha de la humanidad contemporánea.

Mouawad, quien es además director, actor, novelista y pintor, busca de la manera más lúdica hablar de las preocupaciones del individuo contemporáneo, explica el director.

“En sus obras aborda en particular el tema de la memoria como punto de partida para el entendimiento del sentido de la existencia, es decir, entender el presente reconociendo nuestro pasado. De manera apasionada y rabiosa, lo que Wadji Mouawad siempre indaga en sus discursos es saber quiénes somos mediante la búsqueda de la memoria, lo que significa ir varias generaciones atrás, como se ve reflejado en sus obras Bosques e Incendios.”

De igual manera, esa búsqueda se da en la propia infancia, en cómo ésta nos construye para ser lo que ahora somos, como es el caso de los monólogos Un obús en el corazón y Cuchillo.

Se trata de dos textos, detalla el creador escénico, “que profundizan en la cuestión de quiénes somos, a partir de la frase que aparece en muchas de sus obras: ‘La infancia es como un cuchillo clavado en la garganta’”.

Un obús en el corazón es la conmovedora historia con cierto sentido del humor, sobre un joven de 19 años de origen libanés radicado en Quebec llamado Wahab, quien en una helada noche de invierno recibe una llamada para avisarle que ha llegado el momento, por lo que sale de su casa para tomar un autobús que lo llevará al hospital donde su madre está muriendo. Es la historia de un viaje interior para reconocer la infancia, los miedos de niño y el valor de la belleza.

El actor Javier Oliván en una escena de Un obús en el corazón, monólogo de Wadji Mouawad, en el que se explora un viaje interior para reconocer la infancia, los miedos de niño y el valor de la bellezaFoto Alma Curiel

Nadie es lo que aparenta

Cuchillo es una breve historia de humor negro y lenguaje procaz sobre un sexoservidor que evoca sus aventuras y desventuras, quien al hacer un trabajo guarda siempre en su bolsillo un cuchillo. Sólo por si es necesario. Una noche de Navidad parece encontrar por fin algo que le da paz, belleza y tranquilidad a su alma. Se encuentra con un tierno Santa Clós. Sin embargo, descubrirá que en el mundo en que vivimos nada ni nadie es lo que aparenta.

Se trata de una historia en la que se plantea de manera crítica quién o qué representa Santa Clós: una imagen, una idea; al tiempo que se reflexiona sobre qué pasaría si el adulto que somos se encontrara con el niño que fuimos.

Para Arrevillaga, ambos textos son de alguna manera la semilla que posteriormente Mouawad desarrolla en su tetralogía La sangre de las promesas y otras obras.

Con las actuaciones de Javier Oliván en Un obús en el corazón, así como Raymundo Elizondo y Adrián Vázquez, alternando funciones en Cuchillo, traducción de Humberto Pérez Mortera, escenografía de Auda Caraza y Atenea Chávez, iluminación de Roberto Paredes y vestuario de Lissete Barrios, las dos historias breves de Wadji Mouawad se estrenarán el jueves 19, a las 20 horas, en el foro A Poco No (República de Cuba 49, Centro Histórico). Funciones: jueves a viernes, a las 20 horas; sábados, 19 horas. y domingos, 18 horas.