Martes 10 de enero de 2012, p. 10
Las autoridades mexicanas colaboran al menos desde hace un año con el gobierno de Estados Unidos en una pesquisa contra Livia Acosta Noguera, ex cónsul general de Venezuela en Miami, quien el mes pasado fue exhibida por una televisora estadunidense por presunto involucramiento en un complot de autoridades iraníes que pretendían un ataque cibernético a centrales nucleares de Estados Unidos, informaron fuentes de la Procuraduría General de la República (PGR) y de la Secretaría de Seguridad Pública federal.
Hasta ahora no existe aquí averiguación previa abierta por algún delito que se impute a funcionarios diplomáticos venezolanos, iraníes o cubanos, dijo ayer a La Jornada una fuente gubernamental mexicana. Por ahora lo único que se ha iniciado en la PGR es un acta circunstanciada (paso previo a una indagatoria), abierta el pasado 8 de diciembre, cuando Univisión divulgó un documental con grabaciones clandestinas sobre los presuntos esfuerzos de Teherán para conseguir apoyo en Venezuela y Cuba, para orquestar en México ataques informáticos antiestadunidenses, aun centrales nucleares.
Se inició un acta circunstanciada por la mención, en un medio de comunicación, de que estudiantes de la UNAM habrían participado en un supuesto complot internacional para realizar terrorismo cibernético en Estados Unidos, aunque hasta ahora la PGR no cuenta con alguna querella o denuncia formal sobre esos hechos
, indicó una fuente de la PGR.
El pasado fin de semana Washington expulsó a la cónsul general de Venezuela en Miami, mencionada por Univisión, por su papel en el presunto plan cuando fue agregada cultural en México. De acuerdo con fuentes consultadas por medios estadunidenses, tras la difusión del material, la FBI habría ordenado indagar las grabaciones que implicaban a Acosta.
El caso se conoció el pasado 8 de diciembre, cuando Univisión transmitió para Estados Unidos La amenaza iraní, documental que muestra las incursiones del gobierno de Irán en América Latina
.
Una parte trata de un presunto plan que se fraguó en México entre 2006 y 2010 para deshabilitar los sistemas informáticos de Estados Unidos. Entre los supuestos objetivos de ataque se encontraban la Casa Blanca, la FBI, el Pentágono y varias plantas nucleares.
El plan se conoció porque estudiantes de la UNAM, que habían sido contratados por el profesor de ese centro estudiantil Francisco Guerrero Luteroth para el sabotaje, decidieron no hacerlo, pero grabaron a los diplomáticos involucrados para luego denunciarlos, según relataron a Univisión.