Matamoros, Tamps., a 6 de enero. Más que juguetes, ropa o videojuegos, los niños fronterizos pidieron a los Reyes Magos que llegue la paz a ciudades como Matamoros, continuamente inmersa en balaceras y narcobloqueos.

María Guadalupe Pérez Navarro, coordinadora de Bibliotecas Municipales, informó que las cartas redactadas por menores de entre 6 y 11 de años de nivel primaria en Matamoros apuntan a la necesidad de ser dotados de tranquilidad emocional en tiempos en los que el secuestro, homicidio, asalto carretero y bloqueo están a la orden del día.

Fue en un ejercicio que nos sorprendió mucho porque estábamos preparados para que pidieran bicicletas y videojuegos, pero no para que nos dijeran que quieren paz y llegar a la escuela sin miedo.

Un promedio de 700 cartas fueron recolectadas por la dependencia municipal en la primera semana de clases de 2012 y en 80 por ciento se encontró la petición de paz.

Algunos textos son retrato de cómo aún los mas pequeños se sienten impactados por la creciente violencia en el país, que en lo que va de este sexenio ha dejado más de más de 52 mil ejecuciones.

A su manera, los niños que participaron en este ejercicio demostraron el miedo que prevalece en sus hogares, cuyos jefes de familia se han visto afectados tanto por la violencia como por la crisis económica y de desempleo de la zona norte de Tamaulipas, donde en los últimos tres años, según cifras oficiales de la Secretaría de Economía, se perdieron 18 mil empleos.

Los testimonios son variados, y respetando el original de una de las cartas que los pequeños escribieron, consigna lo siguiente: Queridos Reyes, este año solo les pido que haya menos balaseras porque mi mama se ha quedado sin pesera (transporte) cuando viene de trabajar tiene que caminar como se tarda mas pasamos muchas horas solos mis hermanitos y yo (sic).

Desde el inicio del ciclo escolar 2011-2012, en agosto pasado, un promedio de cinco días hábiles de clases se han perdido por plantel. Los niños no llegan a clases, debido a las persecuciones, bloqueos y enfrentamientos entre grupos delictivos y fuerzas federales a escasos metros de alguno de los 400 edificios escolares que hay en Matamoros.

Miguel Arturo Flores García, portavoz de la Asociación Estatal de Padres de Familia, calificó de natural que los alumnos falten a clases cuando se presentan incidentes de violencia. Como padres es nuestra obligación privilegiar la integridad de nuestros hijos. Si las condiciones no están dadas para que asistan a la escuela, pues mejor no van; es preferible que pierdan un día, a que caigan víctimas de una bala perdida, señaló.