Sábado 7 de enero de 2012, p. a12
El cumpleaños número 20 de la impronta conocida como Achtung Baby fue celebración amplia.
Implicó, por supuesto, reflexiones, pues se trata de uno de los referentes de la educación sentimental de muchos.
El epicentro del festejo consistió en la edición de un álbum doble, con el subtítulo pomposo Super Deluxe Edition, cuyo máximo atractivo es la remasterización de aquellos 12 tracks que conmovieron al mundo en 1991.
Desde las bocinas, merced al trabajo de producción de dos genios: Brian Eno y Daniel Lanois, el primer plano sonoro reverbera con el bajo de Adam Clayton, bajo el acompasado diapasón de la guitarra de Larry Mullen Jr. y el sonido inconfundible inventado por el señor Dave Howell Evans, mejor conocido como El Picudo (The Edge), un sonar tan emblemático que se puede aventurar sin riesgo que U2 no existiría sin el Señor Picudo, ni siquiera por el mucho carisma de don Paul David Hewson, el Buen Bono, poseedor de un vasto registro canoro.
El despliegue fotográfico es también sello distintivo. El estilo y la idea del gran fotógrafo holandés Anton Corbijn muestra a los yutuces libres, trasvestidos, irreverentes.
Poetas: a la finura jazzística de So cruel, sexto corte del álbum, se añaden líneas como estas: Su piel es tan blanca como una paloma divina/ clama por amor como lo hace un ángel. Desaparecí en ti/ mientras tú desapareciste de mí; o bien la lucidez en La mosca (The Fly, emblema de Bono): It’s no secret that a conscience can sometimes be a pest/ It’s no secret that ambition bites the nails of succes (No es secreto que la conciencia puede a veces dañar/ como no es secreto que la ambición muerde las uñas del éxito).
Para documentar el largo periodo de transición que vive la industria de la música, si uno compra el disco en iTunes pagará por un fraude, porque sólo contiene los 12 cortes originales y no el segundo disco, que en formato cedé trae otros 14 con lados B y hartos bonus tracks, entre ellos algunos covers a piezas de John Fogerty (Fortunate son), los Rucoling Stones (Píntalo de negro), maese Lou Reed (Satelite of love) y Night and day, un clásico de Cole Porter (¡llamen al portero, call porter!, jeje) y algunos remixes que completan el paisaje sonoro del electro-pop, como uno de los senderos que abrieron los yutúceses (je) cuando grabaron en Berlín y en Dublín este álbum, Achtung Baby (del alemán: ¡Aguas, nena!, o bien, como dijera Dalis: ¡Aguado!) y con ello sellaron su gran reinvención.