Kinshasa, 5 de enero. Por lo menos 45 personas murieron y 13 resultaron heridas desde el primero de enero en dos ataques perpetrados por rebeldes hutus ruandeses en la provincia de Kivu del Sur, en el este de la República Democrática del Congo (RDC), informó este jueves el ejército congoleño.

Los ataques, que el ejército atribuye concretamente a los rebeldes de las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda, tuvieron lugar las noches del primero al 2 y del 3 al 4 de enero en el territorio de Shabunda.

En total, hemos contado 45 muertos, 18 en Luyuyu, 12 en Ngolombe y otros 15 en pequeños pueblos, dijo Sylvain Ekenge, portavoz de las operaciones militares Amani Leo (dirigidas por las fuerzas armadas congoleñas y la Misión de Paz de Naciones Unidas en la RDC, Monuc) para el norte y el sur de Kivu.

El jefe del poblado de Ngolombe fue decapitado y a su esposa, embarazada, le sacaron los intestinos, informó Ekenge a los medios, y precisó que desde principios de 2011 no se había registrado un ataque similar.

El militar consideró que los lugareños han pagado el precio por apoyar a los grupos locales Mai-Mai que luchan contra los insurgentes ruandeses de las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda. Desde el primero de enero se está registrando una limpieza, denunció Ekenge.

Ante esto, el comandante de las operaciones militares en Kivu del Sur ordenó el despliegue de tres batallones para intentar presionar a los rebeldes ruandeses.

El gobierno de Kinshasa acusa a los insurgentes de aterrorizar a la población fronteriza desde hace años. Las localidades atacadas son de difícil acceso y el ejército no tiene contingentes en la zona.

Las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda están acusadas de haber participado en el genocidio en 1994, que dejó unos 800 mil muertos, de acuerdo con Naciones Unidas, y de cometer en este país africano saqueos, violaciones y asesinatos, principalmente contra la población civil.