La Habana, 1º de enero. El viaje a Cuba del papa Benedicto XVI en marzo próximo será corto, de cerca de 48 horas, e incluirá dos misas al aire libre, una entrevista oficial con el presidente Raúl Castro y al menos dos recorridos callejeros en papamóvil, según el programa difundido hoy por los obispos católicos.

El anterior papa, Juan Pablo II, estuvo en la isla durante cinco días de 1998. Esa visita fue un impulso decisivo al diálogo entre el gobierno cubano y la Iglesia católica, que ahora está en su nivel más alto en medio siglo.

Nuestro pueblo y gobierno tendremos el honor de acoger a Su Santidad con afecto y respeto, dijo Castro al parlamento a finales de diciembre. Los cubanos no olvidamos los sentimientos de amistad y respeto que dejó en 1998 la presencia en nuestra tierra del papa Juan Pablo II.

Benedicto XVI llegará a Cuba unas semanas antes de cumplir los 85 años, en contraste con el momento en el que vino Juan Pablo II, que tenía 77 años al llegar a la isla.

En la tarde del lunes 26 de marzo, en Santiago de Cuba (extremo oriental), Castro y los obispos cubanos recibirán al Papa, quien llegará procedente de México, de acuerdo con el programa.

El pontífice irá del aeropuerto al arzobispado de Santiago en el papamóvil y más tarde oficiará misa en la Plaza de la Revolución que lleva el nombre de uno de los héroes insurgentes cubanos, Antonio Maceo. El jefe de la Iglesia católica dormirá a unos 20 kilómetros de la ciudad, en la residencia para sacerdotes del poblado de El Cobre, donde está el santuario de la Virgen de la Caridad.

El martes 27 el Papa visitará el santuario, para orar en privado. Luego saldrá al aeropuerto para viajar a La Habana, donde lo recibirá el cardenal Jaime Ortega y otras autoridades religiosas y civiles. En auto cerrado irá a la Nunciatura Apostólica, su residencia en la capital de Cuba.

El mismo martes el pontífice tendrá la reunión oficial con Castro y más tarde se reunirá con los obispos cubanos, en la nunciatura.

El miércoles 28, Benedicto XVI oficiará la misa en la Plaza de la Revolución José Martí, la misma que durante décadas fue el escenario de los discursos de Fidel Castro y está flanqueada por siluetas gigantes de dos íconos de la revolución cubana, Ernesto Ché Guevara y Camilo Cienfuegos.

Tras la ceremonia, el pontífice irá a la nunciatura y de ahí al aeropuerto, en papamóvil, para salir de regreso a Roma por la tarde.

Castro recibió el mes pasado a una misión del Vaticano, encabezada por Alberto Gasbarri, jefe de giras de Benedicto XVI, que vino a La Habana para ultimar los detalles del viaje.