Luego de más de seis años de haber realizado el mural México: tierra de luz, leche y maíz, el artista Arturo Berrospe alertó sobre el grave deterioro que tiene esta obra, la cual ha sido, desde su creación, imagen institucional y corporativa de Liconsa.

Berrospe, quien pintó el mural en 2005 –durante la gestión administrativa del medallista olímpico Daniel Aceves Villagrán– en uno de los muros adyacentes a la gerencia metropolitana norte de Liconsa, en Tlalnepantla, estado de México, dijo que a la fecha funcionarios de la misma han ignorado diversas peticiones para que asignen recursos económicos a la restauración de dicha obra.

La realización del proyecto, explicó, fue desde un principio idea de Liconsa y del entonces gerente Daniel Aceves Villagrán, con el propósito de restructurar la imagen de la empresa, mediante un emblema más moderno.

El mural, recordó Berrospe, éste fue inaugurado en el sexenio de Vicente Fox y apadrinado por diversos funcionarios.

Desde entonces esta obra ha sido imagen institucional de Liconsa a escala nacional e internacional, pero los funcionarios de la empresa se han deslindando de las necesidades de restaurar la pintura, que se encuentra actualmente muy dañada.

Además, el mural, ya con severas cuarteaduras y descarapelamientos, es un homenaje a las comunidades más vulnerables del país: madres solteras, ancianos, indígenas, niños en situación de calle y obreros.

Al consultar a la paraestatal sobre la queja de Berrospe, quien dijo que no atendían sus llamadas y opiniones en torno a la necesitad de restaurar el mural, Ignacio Durán, vocero de la paraestatal, aseguró que el artista desapareció desde hace más de dos años y hasta la fecha no ha mantenido contacto con ninguna persona de la empresa.

El mural, explicó, se realizó en una pared que no es de Liconsa, sino de una empresa de automóviles que está junto a la paraestatal, puntualizó Durán.

Incluso, añadió, hace unos años Berrospe pedía una cantidad exorbitante para la restauración del mural, lo cual no se pudo concretar por una cuestión muy simple: ¿entregamos recursos para esa pintura o destinamos el dinero para llevar leche a la gente?

Afirmó el funcionario, que el costo del mantenimiento del mural propuesto por Berrospe salía de toda lógica, y no podíamos dejarnos llevar por la presión que ejercía el artista, incluso, de manera agresiva, aseveró Durán.

México: tierra de luz, leche y maíz ha sido, desde su creación, imagen institucional y corporativa de Liconsa, afirmó Arturo Berrospe

El vocero subrayó que la prioridad de la empresa son los programas sociales y garantizar el abasto a 6 millones de beneficiarios de cerca de 3 millones de litros de leche.

En cuanto a la distribución de recursos, dijo, estamos apegados a la legalidad, y propuso que Berrospe se acerque y dialogue con el actual responsable de la gerencia metropolitana norte de Liconsa.

Por su parte, Arturo Berrospe explicó que el proyecto artístico tuvo un costo de 250 mil pesos, y que se había previsto que cada año tuviera un proceso de consolidación y restauración debido a las condiciones climáticas que dañarían de manera paulatina el mural, realizado por el artista y una decena de sus alumnos.

La obra está abandonada y se observan muchos fragmentos dañados, detalló y manifestó que Liconsa debe responder por este proyecto, aunque exista cambio de funcionarios.

Según Arturo Berrospe, desde hace más de tres años ha enviado misivas a diversas áreas de la paraestatal y hasta la fecha no ha obtenido respuesta, pero el peligro es que la pintura requiere limpieza general, recobrar tonalidades y debe de ser emulsionada.

Para realizar el trabajo de restauración, comentó que se requieren entre 20 y 25 mil pesos, con lo cuales se conformaría un grupo de técnicos que lo asistan para trabajar en la restauración del mural a lo largo de dos meses.

¿Dónde están las autoridades federales y estatales que estuvieron presentes en la inauguración? Esos mismos funcionarios se han desentendido del sentido original de la obra, patrimonio del estado de México.

El mural fue elaborado en acrílico en una superficie de 235 metros cuadrados. Está compuesto por ocho módulos pictóricos, en los cuales convergen, con sutil armonía, literatura e imagen plástica en escenarios que evocan a nuestro pueblo.

De hecho, hace tres años el muralista borró el logo de Liconsa con brocha y pintura negra, a manera de protesta. Todavía se observa el cuadrado negro que cubre el logo, que se encontraba en un extremo de la obra, la cual fue desarrollada en coautoría con Francisco Vega y artistas egresados de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda.

El mural es símbolo y referencia del apoyo social brindado por el gobierno de la República a poblaciones vulnerables, puntualizó el artista.