La Procuraduría General de la República (PGR) ha pasado en materia pericial del leal saber y entender a la elaboración de dictá- menes con pleno apego científico; cuenta con especialistas forenses altamente calificados y laboratorios que a decir de especialistas de Europa, Estados Unidos, centro y Sudamérica están a la altura de los mejores del mundo. Ha sido un trabajo arduo, constante en los últimos 11 años. Ha sido cumplir un sueño, afirmó Miguel Óscar Aguilar Ruiz, director de Servicios Periciales de la PGR, quien en los próximos días deberá poner un alto a su ejercicio profesional por cuestiones de salud.

Más espacio y equipo

La entrevista se realizó entre los equipos en que se puede obtener desde uno hasta 50 perfiles genéticos en una sola activación. Es donde se ha obtenido el ADN de, por ejemplo, 120 de los 172 migrantes asesinados en San Fernando, Tamaulipas, en marzo de este año, de los cuales aún permanecen más de 80 en el Servicio Médico Forense del Distrito Federal en espera de ser reclamados.

“En las instalaciones de Jaime Nunó (en la colonia Guerrero, donde antes estaba la sede de Servicios Periciales) la mayoría de las veces había que subir por las escaleras... Allá muchos de los laboratorios se rozaban unos con otros; faltaban no sólo espacio y tecnología, sino también peritos, y para sacar el trabajo de manera profesional las carencias se suplían con capacidad, esfuerzo y conocimiento. Hoy esos factores, esenciales para un dictamen, se apoyan en instrumentos y equipos de la más alta confiabilidad y en las mejores prácticas periciales del mundo.

“En CSI (la serie televisiva) se muestra de manera simuladaen 60 minutos lo que se puede hacer con investigación científica y cada caso se resuelve en un capítulo. Aquí, en la realidad, podemos con todo el rigor científico tardar hasta un mes en obtener el ADN de los huesos de una persona que fue inhumada de manera clandestina. En Estados Unidos, por ejemplo, tardaron un mes para dar los resultados de la autopsia de Michael Jackson. Aquí en ocasiones se quieren respuestas de las causas que originaron un evento al día siguiente de sucedido.

“A diferencia de hace 10 años, hoy estamos en materia pericial al nivel de los mejores laboratorios y especialistas de América Latina y del mundo, y no lo decimos nosotros, sino expertos de Centro y Sudamérica, Europa y Estados Unidos.

Para lograr esto se ha requerido apoyo de los procuradores, continuidad, confianza, pero sobre todo un equipo humano entregado, capacitado, con instalaciones donde la tecnología se observa hasta en la apertura de puertas, en sofisticados equipos con los que se descubre desde los componentes de una droga hasta el rostro computarizado o dibujado de un presunto delincuente; se comprueban delitos ambientales, cibernéticos o fiscales, y hasta se puede, mediante la voz, acreditar la responsabilidad de una persona en casos de extorsión o secuestro.

Apostamos al futuro, a la investigación científica, asegura el director de Servicios Periciales Miguel Óscar AguilarFoto cortesía PGR

–¿Cómo era hace 11 años Servicios Periciales?

–Había profesionales que laboraban en condiciones difíciles. Hace 11 años en la PGR trabajaban aproximadamente 400 peritos en unas 15 especialidades. El personal era insuficiente, dado que aproximadamente unos 300 estaban en el laboratorio central, en la ciudad de México, y en las delegaciones estatales había muy pocos especialistas.

“Había uno o dos peritos en cada delegación y tenían, principalmente, las especialidades de medicina forense y de química. Para hacer investigaciones mayores había que solicitar el apoyo de los laboratorios estatales, y obviamente la integración de las averiguaciones previas tenía un retraso, pues las procuradurías estatales preferían desahogar sus asuntos.

“En años recientes se planeó un desarrollo de los servicios, considerando que en criminalística lo más importante es la inmediatez en los asuntos. Así se han resuelto peritajes como el desplome del helicóptero del ex secretario de Seguridad Pública, Ramón Martín Huerta y corroborado la identidad de osamentas de casos dolorosos...

Hoy se tienen mil 500 peritos y 26 especialidades, algunas únicas en la República, y que en la actualidad son básicas para una investigación, como antropología y odontología forenses, que no existían en la PGR por ser una institución que investiga delitos federales, y que hoy se requieren, por ejemplo, para la plena identificación de una persona. Asimismo se han creado las especialidades en química, explosivos, cibercriminalidad, en delitos informáticos, en propiedad intelectual e industrial y delitos ambientales. También se tiene capacidad para realizar análisis de voz, audio y video, que eran incipientes hace unos años.

–¿Qué ha visto transformarse a lo largo de su carrera en materia pericial?

–Del trabajo artesanal al tecnológico. De las pruebas de aproximación a las pruebas de certeza, científicas. Hace unos años el perito decía: según mi leal saber y entender. Eso se ha terminado. Ahora todo dictamen debe ir acompañado de las gráficas, llamémosle así, científicas que reflejan los resultados del laboratorio y que el perito no puede modificar.

–Antes un abogado podía fungir como perito en leyes. ¿Ahora basta tener una carera universitaria para ser perito?

–Lo que las universidades nos dan son médicos, por ejemplo, pero el título en ese ámbito no sirve para elaborar dictámenes; necesita especializarse en medicina forense, lo mismo el sicólogo, un químico, un arquitecto, un ingeniero, etcétera.

Podemos decir que apostamos al futuro, a la investigación científica, y a que habrá continuidad, afirma Miguel Óscar Aguilar, quien será remplazado en sus funciones por su más cercana colaboradora, Sara Mónica Médina Alegría.