El sobrendeudamiento que llevó a mil 200 campesinos de Hidalgo al borde de la bancarrota ha quedado subsanado a partir de un convenio firmado por la Confederación Nacional Campesina (CNC) y el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), mediante el cual se condonaron deudas en 90 por ciento de los casos.

Onésimo Serrano González, dirigente estatal de la CNC, explicó que esta situación fue causada por Banrural (hoy Financiera Rural), que otorgó créditos sin estudios financieros sólidos.

Expuso que gran parte de los deudores que cayeron en cartera vencida sólo liquidaron 50 por ciento de sus deudas, que iban desde mil hasta 6 millones de pesos, sin cubrir intereses moratorios ni simples.

 El SAE tuvo durante años en cartera vencida a más de mil campesinos que dejaron en garantía escrituras de casas, predios y maquinaría agrícola para obtener créditos que fueron utilizados para comprar ganado, semillas, tractores y, en algunos casos, para el financiamiento de microempresas, señaló el dirigente, y explicó que luego del convenio la mayoría liquidaron los préstamos o se regularizaron.

Aseguró que persiste la pésima administración de créditos para el campo, pues mientras Banrural otorgaba financiamiento sin verificar la solvencia de los campesinos, Financiera Rural está sobresaturada de requisitos que ningún campesino de bajos recursos puede cumplir.

Esta institución opera igual que la banca privada: cobra los mismos intereses y exige los mismos requisitos, lo cual no representa apoyo alguno para campesinos del estado que tienen entre dos y tres hectáreas en promedio, recalcó.

El también diputado y presidente de la Comisión de Desarrollo Agropecuario y Recursos Hidráulicos del Congreso local explicó que antes más de mil campesinos de Hidalgo pidieron créditos a Banrural, pero ahora menos de 100 han obtenido préstamos de Financiera Rural, y son grandes productores que tienen solvencia económica.