Durante la jornada de salud que realizaron en comunidades de Guerrero, organizaciones civiles encontraron que los responsables del Programa Oportunidades, del gobierno federal, indican a las beneficiarias que deben realizarse el Papanicolau a partir de los 45 años de edad, con una regularidad de seis años, lo cual contraviene lo dispuesto por las normas oficiales para la prevención y diagnóstico del cáncer cérvico uterino.

La vida sexual activa de las mujeres en esas comunidades inicia a los 10 o 12 años, no tiene sentido esperar a los 45 años, señaló Jaime Montejo, de Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer Elisa Martínez, una de las agrupaciones participantes. Otro problema es que las mujeres que se han hecho la prueba no han recibido los resultados.

El activista explicó que la norma oficial mexicana (NOM) en materia de vigilancia epidemiológica del cáncer cérvico uterino establece que el perfil de riesgo para ese padecimiento es la mujer de 25 a 64 años, con vida sexual activa o antecedente de haber tenido vida sexual activa.

La NOM indica, además, que la citología cervical se realizará cada tres años en mujeres con dos citologías previas anuales consecutivas con resultado negativo a infección por Virus de Papiloma Humano, displasias o cáncer; mientras que quienes presenten los problemas anteriores deberán acudir a una revisión anual hasta que haya dos resultados negativos consecutivos, señaló Montejo.

La jornada de salud se realizó en las comunidades de Zitlaltepec y Llano de las Flores I (municipio de Metlatónoc), territorio de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria a petición de los Comités de Mujeres de esas localidades y organizada por el Colectivo Construyendo Resistencias.

Otro hallazgo es que las mujeres son sometidas por las autoridades sanitarias a tratamientos hormonales de anticoncepción sin tomar en cuenta su condición cardiovascular y otros antecedentes en los que podría resultar riesgoso el uso de esos métodos.

La jornada estuvo dirigida a la población mixteca que habita en dichas comunidades e incluyó consulta general, pruebas de Papanicolau, aplicación de pruebas rápidas de detección de VIH a hombres y mujeres, y talleres de uso de condón y métodos anticonceptivos, cuyos resultados estarán disponibles en dos semanas, y serán entregados a los pacientes en una visita especial.

La jornada de atención médica –realizada los días 16 y 17 de diciembre– es resultado de una serie de talleres de salud sexual y reproductiva impartidos por el Colectivo Construyendo Resistencias a mujeres indígenas y mestizas de la región.

Montejo explicó que el encuentro, entre otras acciones comunitarias, busca generar procesos de autonomía en materia de salud y que se encuentra en construcción el Programa de Salud Autónomo de la CRAC.