Pese a ser un derecho laboral básico, el pago del aguinaldo sigue siendo de cumplimiento muy irregular en la gran mayoría de las empresas –particularmente en las medianas y pequeñas (Pymes)– o simplemente no existe, ya que muchas de ellas hacen firmar a su personal contratos temporales que terminan justo en los primeros días de diciembre.

Así lo afirmó Patricia Juan Pineda, integrante de la coordinación nacional del Frente Auténtico del Trabajo (FAT), quien lamentó que ante la falta de mecanismos institucionales efectivos para defender esta prestación, a los trabajadores prácticamente no les queda de otra, más que apechugar.

Aunque en las empresas grandes la entrega del aguinaldo por lo general se realiza con puntualidad –antes de la fecha límite del 20 de diciembre– las Pymes suelen tener muchas dificultades para cumplir con esta obligación, y en vez de darle a sus trabajadores los 15 días de salario que les corresponden por ley, sólo les dan una cantidad simbólica; la retrasan durante varias semanas o nunca la otorgan.

En el sector público estamos en la tragedia absoluta. En el Gobierno del Distrito Federal, por ejemplo, avisaron que, como la gente no iba a volver a trabajar hasta enero, no le iban a dar ni salario ni aguinaldo. Firman contratos personales por un año, y si te callas y no dices nada, ofrecen recontratarte y empezar a pagarte de nuevo, denunció.

Aunque en teoría los patrones que no le entregan el aguinaldo a tiempo a su personal deben ser castigados, en realidad no hay un mecanismo eficiente para ello.