A pesar de contar con grandes casonas o inmuebles espaciosos, las diferentes áreas que empleados de la delegación Tlalpan ocupan son pequeños cubículos, construidos de tablarroca en dos niveles, que los mismos empleados describen como las multiciudades.

El crecimiento de la población y la extensión territorial, –Tlalpan es la más grande del Distrito Federal– hicieron que se ampliara la estructura delegacional para atender la necesidades de los habitantes, pero ello no consideró un mayor número de oficinas, por lo que ahora los espacios resultan insuficientes.

Un ejemplo claro es el edificio de la jefatura delegacional, el cual se ve de grandes dimensiones, pero para acomodar a los empleados dentro del inmueble de un solo nivel, fueron construidos tapancos acondicionados como despachos. Para acceder a éstos los trabajadores recorren pasillos reducidos y escaleras estrechas, donde el acceso se dificulta hasta para una sola persona, y peor resulta en caso de emergencia.

En similares condiciones se encuentran áreas como jurídico y gobierno, enlace de proyectos, programas especiales, desarrollo social, enlace delegcional y otras.

Mientras en el inmueble que ocupó parte del hospital siquiátrico de Tlalpan se instaló la dirección general de desarrollo social. Un pequeño inmueble localizado en el parque Juana de Asbaje que no cuenta con ninguna identificación que lo defina como oficina de gobierno.

Son cuartos adaptados para las dirección general de desarrollo social y desarrollo comunitarios, a donde también acuden los beneficiarios de programas sociales de la demarcación. A unos pasos se encuentra la dirección de ecología, dividida tan solo por una malla metálica.

En el centro histórico de Tlalpan se han instalado oficinas, pero ante la descentralización de los servicios y crecimiento poblacional (650 mil habitantes) se crearon las subdelegaciones, que también reportan falta de infraestructura.