Presenta estudio sobre el tema; muchos los consideran peligrosos
Viernes 16 de diciembre de 2011, p. 25
De acuerdo con un estudio de Sin Fronteras sobre integración sociocultural de extranjeros, aunque 80 por ciento de personas procedentes del exterior que residen en México (como refugiados o migrantes) se considera integrado a la sociedad mexicana, 70 por ciento se siente discriminado.
Entre los principales hallazgos del estudio sobre integración sociocultural de extranjeros, titulado Pese a todo, México siempre te abre los brazos, está que si bien esa población en general tiene acceso a empleo, vivienda y educación, la calidad de los mismos queda en entredicho.
El 50 por ciento trabaja pero la mitad de ellos percibe menos de 5 mil pesos mensuales
, ejemplificó Joselin Barja, sicóloga de acompañamiento sicosocial de Sin Fronteras y coautora de la investigación.
En el terreno de vivienda, existe un bajo nivel de satisfacción general, pues cerca de 36 por ciento evalúa su experiencia en el tema como medianamente satisfactoria, seguido de 30 por ciento que la evalúa como poco satisfactoria.
Por lo que hace a educación, el reporte indica poca participación o inclusión en el sistema educativo mexicano: sólo 30 por ciento ha realizado sus estudios en México, y de ellos más de una tercera parte lo ha hecho en el área técnica.
En cuanto a integración sociocultural, hay datos favorables, pues la mayoría de las personas se interesa por formar parte de la vida cultural del país, siendo la música y las prácticas culinarias las que congregan la mayor parte de las prácticas e interés (84 y 81 por ciento, respectivamente).
El terreno de participación que le sigue es el de celebraciones mexicanas, pues 73 por ciento de los extranjeros que reside en el país las conoce y participa en ellas; entre las más representativas para ellos están el día de la Independencia, Día de Muertos y día de la Virgen de Guadalupe.
Fernando Protti, representante en México del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, señaló que persiste la percepción de que los migrantes son peligrosos, lo que deriva en su discriminación por parte, incluso, de las propias entidades gubernamentales, más por desconocimiento que por política.
Señaló que uno de los pendientes con los refugiados y migrantes en México es la aplicación de las leyes, y cómo transformar éstas en actividades que beneficien a esa comunidad.
Consideró que el gobierno debe destinar mayores recursos para la protección y asistencia de los migrantes, los cuales, dijo, podrían ser transferidos a organizaciones de la sociedad civil que atienden a estos sectores de la población.
En México, de acuerdo con el más reciente Censo de Población, viven 961 mil 121 personas que nacieron en otro país, lo que representa 0.86 por ciento del total.