El artista Sergio Hernández presenta Xilografías, grabados sobre madera de gran formato
No me interesa pintar; me emociona ver aparecer imágenes en blanco y negro
Lo que hacía en pintura ya era una receta, muy monótona, además ya me había cansado, señala
Jueves 15 de diciembre de 2011, p. 5
Los grabados sobre madera de gran formato que Sergio Hernández exhibe en el Centro de Cultura Casa Lamm, Álvaro Obregón 99, colonia Roma, con el título Xilografías, le han impulsado a ver un horizonte nuevo, de incursionar en una forma novel, porque lo que hacía en pintura ya era una receta, muy monótono, era una cocina. Además, ya me había cansado
, expresa el artista oaxaqueño (Huajuapan de León, 1957).
Hernández, de hecho dedicó 2011 a hacer la docena de grabados (en Xilografías se exhiben nueve) que trabajó en el Taller La Siempre Habana, de Luis Miguel Valdés, en Cuernavaca. “Hice un grabado y Luis Miguel tardó bastante en imprimirlo, pero cuando me lo enseñó me llamó mucho la atención el proceso de formato grande en madera, entonces, empezamos a hacer varios. Pensando siempre en Hokusai –en el grabado, Estampa japonesa, de 120 x 213 centímetros, una lluvia vuela unos papeles– empezamos a elaborar una prueba para hacer un poco el acabado en copias sin colores de estampas japonesas. Pero como son formatos muy grandes, el papel al mojarse no nos cuadraba, entonces hicimos obra en blanco y negro a partir de la obra de Hokusai”.
Las imágenes del grabado en cuestión son sacadas de fotografías de circo de la estadunidense Mary Ellen Mark, cosa que a Hernández le llevó “muchos años de trabajo sobre sus fotos, a partir de una obra que hice en París del Popol Vuh, en 1995. Me quedé con esa imagen y cuando hacía lo de Hokusai, que muchos han realizado en estampa, se vino el tsunami que me impresionó mucho, me quedé mudo, entonces hice puras lluvias oscuras. Esta idea que tenía de trabajar en color el tsunami acabó siendo negro y oscuro, como la gran tragedia natural que sucedió. Hice la obra La ola dentro de esa serie, en que una muerta está tapada con un paraguas, pero es una especie de lluvia radiactiva”.
–¿Qué ha significado el grabado en tu obra?
–El dibujo. Yo, en realidad, soy dibujante. Me siento dibujante más que pintor. Nunca me he sentido bien con la pintura. He iluminado mi dibujo y he hecho formatos muy grandes y una gran cantidad de pinturas, pero diría que es la historia de la iluminación en un espacio que incide en el dibujo siempre: el interés es el dibujo. Y al tener la relación con el grabado estoy más afín, de hecho, estoy iluminando ahora los grabados que hice para ver si puedo hacer algo de grabado en color.
–Me llama la atención que te consideras dibujante. Muchos artistas quieren ser pintores o escultores.
–Decir, soy dibujante no es común, pero me formé desde muy niño dibujando y con mi maestro Gilberto Aceves Navarro nunca tuve clases de pintura. Siempre dibujé con la modelo y siempre hice ejercicios de dibujo. El proceso de llegar a la pintura fue porque el dibujo está un poco menospreciado, no es muy valorado en México. El grabado tampoco. Me extraña, porque me gusta mucho. Cuando no tenía taller ni recursos, pintaba y vendía mis cuadros, pero ya no me interesa siquiera si a estas alturas mi pintura tiene una salida o no. Es que no me interesa pintar. Lo que sí me emociona mucho en un plano es empezar a incidir y ver aparecer imágenes en blanco y negro.
Dibujo la tabla, pero hay todo un taller
–Ser dibujante también implica trabajar en blanco y negro.
–Siempre he admirado mucho a Cy Twombly y a los artistas que dibujan y aparecen en sus cuadros imágenes de dibujo por medio de manchas o de formas que delimitan los espacios; mi interés sigue siendo el dibujo.
Para el entrevistado, trabajar la gráfica tiene otra ventaja: Cada vez me gusta más donde no participo. Dibujo la tabla, pero hay todo un taller. Me parece muy aburrido estar vaciando una tabla, pero tal vez porque no he dibujado con la herramienta, sobre la placa, ahora quizá es por donde debo incursionar en el dibujo, directamente con las herramientas. Lo que he hecho es un dibujo que algunas niñas, que son estudiantes, lo vacían, y el impresor lo realiza. No había una idea preconcebida hacia dónde iba, ni siquiera de unidad
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