El ex militar pasó sus primeras 24 horas en reclusión, y no le permitieron hablar con él, dice
Martes 13 de diciembre de 2011, p. 28
Panamá, 12 de diciembre. Julio Berríos, abogado del ex jefe del ejército panameño, Manuel Antonio Noriega, denunció hoy violaciones a la Constitución durante el traslado de su defendido a la cárcel El Renacer, donde pasó su primer día de reclusión, sin que hayan establecido comunicación personal.
Un día después de la extradición de Francia a Panamá, Berríos señaló que el encarcelamiento de Noriega es contrario al artículo 22 constitucional, en el que se estipula que todas las personas acusadas de un delito tienen derecho a que se presuma su inocencia, mientras no se pruebe su culpabilidad en juicio público, que le haya asegurado todas las garantías establecidas para su defensa
.
Berríos aludió así al hecho de que el ex militar fue enjuiciado y condenado en ausencia, mientras purgaba sentencias en cárceles de Estados Unidos y Francia, donde permaneció 22 años, tras ser juzgado por narcotráfico y lavado de dinero. Noriega fue el leitmotiv de una invasión a cargo de 26 mil soldados estadunidenses, que el 20 de diciembre irrumpieron en Panamá y mataron entre 4 mil y 5 mil personas.
El ex procurador general Rogelio Cruz se sumó a las voces que sostienen que las demandas contra Noriega deben ser objeto de revisión en el Poder Judicial.
También señaló que las malas condiciones del reclusorio construido en 1908 y los problemas de circulación sangínea de Noriega, quien cumplirá 78 años en febrero, serán factores relevantes a la hora de que las autoridades judiciales decidan si el ex jefe del disuelto ejército panameño debe cumplir las sentencias en su domicilio particular, lo que es consistente con la legislación penal del país.
Tras la intensa cobertura que los medios de información dieron el domingo a la repatriación de Noriega, el presidente Ricardo Martinelli criticó el hecho desafortunado
de que hayan convertido su trabajo en un show mediático
.
La prensa criticó que el ex militar no haya aparecido en público al ser llevado del aeropuerto internacional a la prisión, y llegó a poner en duda que el verdadero Noriega haya sido encarcelado. Esto obligó al gobierno a facilitar el acceso de medios a un punto de la cárcel donde el detenido pudo ser visto, junto a una ventana, en su silla de ruedas.