El programa de vales distorsionó el mercado y afectó finanzas del instituto: el director
El retraso en licitaciones provocó desabasto y se recurrió a la emisión de bonos, señala Sergio Hidalgo Monroy Portillo
Por los costos, en julio se determinó prescribir medicinas genéricas
Domingo 11 de diciembre de 2011, p. 30
La estrategia del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), para surtir la totalidad de las recetas médicas de sus derechohabientes no funcionó como se esperaba. A dos años y medio de su puesta en marcha, el director Sergio Hidalgo Monroy Portillo afirmó que el programa de vales generó una distorsión en el mercado y dañó las finanzas del instituto, pues los proveedores optaron por incumplir sus contratos para poder vender más caro el mismo medicamento al organismo de salud, pero en las farmacias privadas.
Esto se agudizó en los primeros meses de 2011, cuando por el retraso en los procesos de licitación, clínicas y hospitales reportaron elevados niveles de desabasto, los cuales se trataron de subsanar con la emisión de vales de medicinas. Más de 40 por ciento de las recetas se surtieron de esta forma, explicó Hidalgo Monroy Portillo.
Datos oficiales proporcionados con anterioridad indican que la erogación para cubrir la demanda de medicinas, en ese periodo de dos meses, ascendió a más de dos mil 500 millones de pesos, la cuarta parte del presupuesto del año para la compra de fármacos.
El recién nombrado director del Issste informó que ya evalúa la posibilidad de eliminar el programa. Indicó que otro aspecto de la distorsión que provoca la existencia de los vales es que algunos proveedores han optado por no participar en los concursos del instituto. Esto obliga a declararlos desiertos, lo cual explica el desabasto de ciertos productos.
También afectan las inconformidades que presentan proveedores cuando no resultan ganadores del concurso. La impugnación impide concretar los contratos. Significa que la atención de los derechohabientes está sujeta a procesos administrativos y eso no puede ser, advirtió el funcionario.
Es claro que al no contar con las medicinas, las clínicas y hospitales están obligados a recurrir a los vales, a fin de garantizar que los derechohabientes contarán con sus tratamientos clínicos completos, como lo ofreció el presidente Felipe Calderón en la ceremonia donde anunció la puesta en marcha del Programa Integral de Abasto de Medicamentos, en junio de 2009.
Se suponía que los vales no rebasarían 3 por ciento del total de medicinas prescritas. Sin embargo, en 2011 representaron más de 40 por ciento del abasto, sobre todo de las claves más costosas, explicó Hidalgo Monroy Portillo.
Debido a lo oneroso que resultó el programa Mediexpres para el Issste, en julio las autoridades determinaron modificar el esquema para que los vales únicamente cubrieran medicamentos genéricos, ninguno innovador, pues su costo es mucho más alto.
Conforme a esta disposición, las medicinas de patente faltantes –de las que no existen genéricos– tendrían que ser compradas por los directivos de clínicas u hospitales. Algunos pacientes aseguraron que esto no se cumple.
Hidalgo Monroy Portillo informó que está buscando otras alternativas para garantizar el abasto de medicinas, entre ellas establecer un convenio con la Secretaría de la Función Pública, por el cual se permita al Issste que, en caso de declararse desierta alguna licitación, pueda realizar compras directas a precios previamente definidos. Con ello se evitará la afectación a las finanzas del organismo, dijo.
También comentó que el grave problema de desabasto de medicinas que se registró en este año llevó a la Junta Directiva del ISSSTE a crear un órgano táctico de solución, pero luego de cierto tiempo no se había reunido. Esta semana tuvo lugar la primera sesión, donde sus integrantes empezaron a analizar el problema.