El gobierno federal informó ayer sobre la desarticulación de una red delictiva que pretendía ingresar a México de manera ilegal a Saadi Kadafi (hijo del ex presidente de Libia Muammar Kadafi, asesinado el 20 de octubre pasado) y otros tres miembros de esa familia.

A las 8:20 horas, Alejandro Poiré, secretario de Gobernación, y Alejandra Sota, vocera de la Presidencia de la República, se presentaron ante los medios de comunicación para dar a conocer los detalles de la Operación Huésped, calificada de exitosa, instrumentada por organismos civiles mexicanos de inteligencia mediante la cual se supo que Kadafi sería trasladado de Libia a una casa en Bahía de Banderas, Nayarit. Horas antes, en Canadá, el diario National Post había dado a conocer el hecho como nota principal.

Tras la conferencia en México de los funcionarios del gabinete de seguridad nacional, el rotativo (miembro del Canada.com Network) añadió a su portal: El gobierno mexicano confirma la exclusiva de National Post.

Durante la madrugada de ayer, los equipos de la Presidencia, Gobernación, Migración y el Centro de Investigación y Seguridad Nacional redactaron el texto y prepararon las diapositivas para entregarlas a los reporteros, a quienes se telefoneó desde las seis de la mañana para indicar que Poiré ofrecería un mensaje a las ocho.

Identidades falsas

Sota y Poiré relataron que los movimientos para la pretendida internación ilegal en México del hijo del ex líder libio fueron detectados desde el 6 de septiembre pasado, es decir, tres meses antes de que decidieran dar a conocer el hecho –mismo día que el periódico canadiense lo difundió con amplitud.

En la exposición no se hizo referencia ni se identificó a algún funcionario mexicano involucrado en la red de corrupción. Tampoco se hizo alusión a la consultora que, según el diario canadiense, hacía gestiones para el traslado con el supuesto conocimiento del gobierno mexicano.

Los presuntos responsables de tramitar documentación falsa y tráfico ilícito de personas fueron detenidos el 10 y 11 de noviembre y arraigados por la Procuraduría General de la República.

Junto con otros extranjeros y mexicanos, informó Poiré, se realizarían los trámites y el pago de servicios para dotar a Kadafi y a tres miembros de su familia de identidades falsas con los nombres Daniel Béjar Hanan, Amira Sayed Nade, Moah Bejar Sayed y Sofía Béjar Sayed. Luego serían trasladados a México en aviones rentados.

El pasado 19 de septiembre la Interpol emitió una ficha roja para detener a Saadi Kadafi, de 38 años, y someterlo a la justicia.

Sota dijo que con estas acciones el gobierno mexicano contribuye de manera activa a una Norteamérica segura y refrenda el principio de corresponsabilidad en materia de seguridad con la comunidad internacional.

Indicó que Kadafi es acusado por el gobierno de transición libio de estar al mando de las unidades militares que reprimieron a sus connacionales que participaron en las manifestaciones realizadas en meses pasados contra el depuesto régimen.

Asimismo, agregó, esta persona fue señalada por países miembros de Naciones Unidas con una resolución de prohibición de viajes y congelamiento de bienes, dictadas en febrero y marzo de este año.

Poiré aseveró que agentes mexicanos lograron desactivar este riesgo y desarticular esta banda criminal de dimensión internacional que pretendía operar este ilícito y obtuvieron el arraigo de los presuntos responsables.

Los arraigados son: Cyntia Ann Vanier, canadiense, identificada como lideresa del grupo y contacto directo con la familia Kadafi; Gabriela Dávila Huerta y/o Gabriela Dávila de Cueto, mexicana residente en Estados Unidos, enlace logístico y con falsificadores de documentos; Pierre Christian Fiensborg, danés, encargado de la logística, y José Luis Kennedy Prieto, mexicano encargado de conseguir la documentación apócrifa.

El Instituto Nacional de Migración registró el ingreso de la ciudadana canadiense. Dijo que su entrada a México fue legal, en calidad de turista y con pasaporte vigente que le permite estar en el país hasta 90 días, con posibilidad de refrendo. No es común el paso de libios en situación migratoria irregular por México y su registro en estaciones migratorias es ínfimo. Este año no se ha registrado ningún aseguramiento y en 2010 sólo se reportó uno.

Saadi Kadafi, hijo del ex líder libio Muammar Kadafi, en conferencia de prensa en sus oficinas, el 31 de enero pasadoFoto Reuters

Las actividades de la organización criminal en nuestro país incluyeron la falsificación de documentos oficiales, la apertura de cuentas bancarias con documentación apócrifa y la compra de bienes inmuebles que tenían como uno de sus fines hospedar a la familia Kadafi.

Dijo que las representaciones consulares de los países de los detenidos han tenido pleno acceso a ellos. Precisó que Kadafi se encuentra actualmente en Níger, África, mientras en México continúa la investigación.

Poiré destacó que esta operación constituye una muestra más de la capacidad de las instituciones de seguridad y procuración de justicia.

Había aprobación de autoridades mexicanas, asegura director de empresa de seguridad

De la Redacción

Antes que el gobierno del presidente Felipe Calderón, el diario canadiense National Post dio a conocer el plan para internar a México, con identidad falsa, a Saadi Kadafi, hijo del derrocado líder libio Muammar Kadafi.

El rotativo canadiense reveló que Gary Peters, director ejecutivo de la compañía canadiense Can/Aust Security and Investigations International (que brinda seguridad privada a Saadi Kadafi desde 2004), reveló a ese diario que él estuvo involucrado para traer al tercer hijo de Kadafi a territorio mexicano.

Afirmó al National Post que el plan para esconder a Kadafi se iba a realizar con la aprobación del gobierno mexicano, pero aclaró que no hay ninguna evidencia de que las autoridades habían considerado dar el permiso a la familia (de Saadi) de establecerse en México, lo cual fue corroborado por el secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, al confirmar la noticia del diario canadiense.

De acuerdo con el rotativo, el plan consistía en que Kadafi y su familia se asentaran en Punta Mita, en un exclusivo desarrollo de más de 600 hectáreas ubicado en la riviera de Nayarit, a una hora de Puerto Vallarta, Jalisco, en la costa del Pacífico mexicano.

El texto, firmado por Stewart Bell y Natalie Alcoba, refiere que el hijo playboy de Kadafi tenía todo un plan para huir a México, a pesar de que Naciones Unidas ordenó el congelamiento de sus activos y le prohibió salir de Libia.

Saadi es el tercero de los ocho hijos de Kadafi. Tenía un estilo de vida de altos vuelos, señala el National Post, jugó futbol profesional y sirvió en las fuerzas especiales de Libia antes de centrar su atención en la ingeniería de negocios, incluyendo una compañía de películas de Hollywood.

El rotativo entrevistó a Gary Peters, quien reveló que junto con Cynthia Ann Vanier viajó a México con la finalidad de ver la finca que habitaría su jefe para luego trasladarlo con su familia de Níger a ese país. De acuerdo con los reporteros del diario canadiense, la finca que supuestamente ocuparían Saadi y su familia no estaba a su nombre y un guía local dijo a los periodistas que no habían escuchado de él.

Sin embargo, los reporteros señalaron que Gary Peters les reveló que él estuvo involucrado para traer al tercer hijo de Kadafi a la finca adquirida en Punta Mita. Peters dijo que había estado en la propiedad dos veces: una para verla y otra cuando fue entregada, señaló el diario.

El National Post indicó que el abogado de la familia Kadafi no respondió a su solicitud sobre la propiedad en Punta Mita y que no está claro por qué no se llevó a cabo el plan de escape a México, aunque lo atribuye a la limitación para viajar que le impuso la ONU.

Añadió que Venezuela y Barbados también fueron contemplados como posibles refugios.

En agosto pasado, cuando Trípoli cayó en manos de los rebeldes libios, Saadi Kadafi huyó de una villa que tenía frente a la playa.

Ahí, los insurgentes encontraron cuatro automóviles de lujo: un Lamborghini, un Audi, un BMW y un Toyota, así como catálogos de yates y coches; la villa tenía campo de futbol y un túnel subterráneo para escapar.

Tras el golpe al régimen, Saadi Kadafi y su familia se fueron a Níger, país que les concedió asilo. Según el National Post, Peters ha dicho que él participó en la fuga.