Se adhieren a los pulmones, según análisis de muestras de tres áreas del DF y zona metropolitana
Martes 6 de diciembre de 2011, p. 3
Expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) crearon un modelo para predecir el nivel de compuestos con potencial carcinogénico en las partículas que flotan en el aire de la ciudad de México y del área metropolitana.
El novedoso modelo fue diseñado en el Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM, donde se analizan estas partículas que pueden causar cáncer pulmonar.
A partir de la masa de las partículas suspendidas en el aire, de muestras recolectadas en tres zonas de la capital (Tlalnepantla, La Merced y San Agustín, rumbo a Pachuca, Hidalgo), se detectaron en el laboratorio compuestos orgánicos que se adhieren a los pulmones, explicó Omar Amador Muñoz, técnico integrante del Grupo de Mutagénesis Ambiental del CCA.
Disminuyen la eficiencia respiratoria, entre otros efectos
Amador Muñoz y su colegas Efrén Ospina Noreña y Rafael Villalobos Pietrini estudian partículas respirables de diámetro menor o igual a 2.5 micrómetros (PM2.5), porque disminuyen la eficiencia respiratoria, exacerban la ocurrencia de paros respiratorios y cardiacos, participan en el desarrollo de ateroesclerosis y causan cáncer pulmonar.
Estos efectos dependen de su composición química, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) emitidos, en su mayoría, por los cuatro millones de vehículos que transitan diariamente en la ciudad, cuya importancia radica en sus efectos biológicos, pues forman metabolitos reactivos que producen inflamación y muerte celular; actúan de modificadores endocrinos y son mutagénicos y carcinogénicos.
Además existen otros compuestos orgánicos que afectan el clima, pues modifican el albedo (porcentaje de radiación que cualquier superficie refleja) de las nubes, la generación de la lluvia y la dispersión y absorción de la energía proveniente del Sol, detalló el investigador universitario.
En un comunicado, la UNAM informó que para analizar la cantidad y distribución en el espacio temporal de estos contaminantes en el aire metropolitano, los científicos obtuvieron de las tres zonas mencionadas muestras de PM2.5, que tienen gran capacidad de penetración en las vías respiratorias.
En su laboratorio del CCA las someten a un tratamiento analítico y al estudio por cromatografía de gases, acoplado a espectrometría de masas, técnica que separa los compuestos orgánicos de interés y detecta y cuantifica las moléculas ionizadas (con carga eléctrica).
Con el uso de algunos parámetros meteorológicos y contaminantes criterios de la zona noroeste (Tlalnepantla) se logró un modelo de regresión lineal multivariado para estimar PM2.5, materia orgánica y HAP no sólo de esta área, sino del noreste y el centro de la capital. Los datos estimados fueron verificados con los observados en cada sitio, con buenas aproximaciones.
El modelo permite estimar y predecir tendencias a futuro, tras conocer las concentraciones de cada contaminante y el comportamiento de los parámetros meteorológicos en cada sitio de la metrópoli.
Es sencillo, ha dado buenos resultados y desarrolla alertas tempranas, predicción de cancerígenos y ubica marcadores de fuentes de emisión.
El trabajo lo financia la UNAM por medio del Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica.