¡Cuidado con el PAN!
primera vista la situación del PAN y/o Calderón y/o quien resulte candidato es de desventaja frente a sus rivales. Deberíamos ser más cautos. Parece tigre de papel pero podría ser un tigre verdadero. Por donde se mire, su gestión de 11 años de gobierno ha sido mala y cada vez más mala. Los primeros seis desperdiciaron una oportunidad única, dilapidaron lo que Castillo Peraza llamó su victoria cultural
y los excedentes petrolíferos y, como dice Elba Esther, no tenemos idea de cuánto se han corrompido
. Tome usted siete indicadores claves de las políticas públicas de Calderón y verá que en todas la decadencia es atroz. El crecimiento de la economía ha caído, la pobreza ha aumentado, la educación es cada vez peor, ha crecido en vez de disminuir el consumo y tráfico de estupefacientes, la corrupción y la impunidad se han desbocado, México se ha convertido en un protectorado estadunidense, las instituciones se han deteriorado. Con excepción de la solidez financiera, en todos los rubros hay déficit y declinación.
Lo peor es la ofensiva militar contra el narco, su verdadera meta fue legitimar a Calderón, dañado por el fraude electoral. Es evidente que él no es autor material ni intelectual de los abusos de las fuerzas públicas, innumerables muertes, desapariciones, ejecuciones, torturas, violaciones… pero debió preverlas como inevitables dada la tradición de brutalidad con que operan estos cuerpos. Nada ha hecho para corregirlos y castigarlos.
Todos estos aspectos negativos son verdaderos y es imposible negarlos. Si dependiera de su desempeño, el PAN estaría en peligro de caer a 18 por ciento, su nivel máximo antes de que Salinas lo protegiera. Pero tiene muchos activos que aparecen relativamente ocultos. El principal es que ejerce el poder presidencial y sus innumerables mecanismos y recursos. La mitad de la población aprueba la gestión de Calderón y su guerra contra el narco. Los efectos de miles de millones invertidos en propaganda no pueden ser negados. Los programas asistenciales, como Oportunidades, Progresa y otros, les permitirán manipular a parte de la población más pobre. En el otro extremo contarán con el apoyo de los grupos de interés. Su intención de voto pronto puede subir hasta 30 por ciento. La estrategia de Calderón, por lo que toca al intento de dividir a la oposición progresista, no ha funcionado, pero se prepara para golpear debajo de la línea de flotación al PRI. La procuraduría y los entes de inteligencia del gobierno tienen numerosos expedientes contra la mayoría de los priístas destacados y contra Peña Nieto. Y, salvo que decidan entregarse a las llamas del infierno panista y permitirle al PRI regresar a Los Pinos
, va a usar todos los proyectiles a su alcance. Es obvio que tienen una agenda oculta. La guerra electoral apenas empieza.