Aguascalientes, Ags., 3 de diciembre. En los 10 años recientes, en Aguascalientes creció el número de embarazos entre niñas-adolescentes, principalmente en edades de 14 a 19 años, y pasó de ocupar el sitio 12 al tres, según el censo general de población y vivienda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía y de la Encuesta Nacional de Salud (Ensa) 2010.

En ese periodo, el número de hogares en el estado sostenidos por mujeres pasó de 18.6 por ciento a 22.4 por ciento.

Elsa Landín Olivares, presidenta del Instituto Aguascalentense de la Mujer, dice: la mayoría de las madres solteras no decidieron tener un bebé sin pareja, se debe al entorno en el que viven. Los gobiernos hemos fallado en las políticas de prevención, requerimos de campañas permanentes.

La funcionaria señaló: No es posible que en la misma Ensa nos indiquen que los jóvenes de entre 13 y 18 años conocen algún método anticonceptivo, pero menos de 30 por ciento de ellos utiliza alguno, y los que buscan comprar un preservativo no lo pueden hacer por que no en todas las farmacias del estado se venden y en las que sí, les piden credencial de elector, y si no cuentan con ella no se les vende a final de cuentas.

El presidente de la Comisión de Salud del Congreso del estado, Jesús Ríos Alba, informó: Hoy nuestra entidad lamentablemente ocupa los primeros lugares en madres solteras menores de 18 años, tenemos el dato de la Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica de 2009 que nos indica que en el territorio estatal seis de cada 10 personas de 15 años y más estaban casadas o en unión libre, tres se encontraban solteras y una es separada, divorciada o viuda después de haber tenido un embarazo. Es algo que se tiene que atacar.

En la entidad, según el último censo de población, hay 265 mil familias, de las cuales 22.4 por ciento son encabezadas por mujeres. Una de ellas, Cecilia Mireles Rosas, madre soltera que truncó en el séptimo semestre la carrera de Comunicación en la Universidad Autónoma de Aguascalientes porque a los 23 años tuvo una niña.

Conocí a un chavo en un antro; salimos siete meses y comenzamos a tener relaciones sexuales, y no nos cuidamos. Resulté embarazada y no le exigí que se hiciera cargo, pero tampoco él se mostró muy responsable. Terminó por irse de Aguascalientes. A mi hija Clarita la cuidan mi mamá, mi abuela o mi tía. Trabajo de las 8 a las 16 horas, y tengo el servicio de guardería, pero ahí me la cuidan hasta las 15 horas. Mi tía va por ella. Cuando llego a la casa la atiendo un rato porque a veces tengo que regresar al trabajo. No me pesa tener una hija, pero mentiría si dijera que no tengo ganas de salir como antes con mis primas, con mis amigos.

Agrega: Es desesperante no poder avanzar en tu vida, veo a las primas de mi edad que sí acabaron sus carreras, tienen mejores salarios que el mío y lo mejor de todo, tienen tiempo para ellas, algo en lo que yo no puedo pensar porque ahora debo cuidar y atender a mi hija.

Lo peor es cuando tengo plan de salir con alguien, con un pretendiente o un amigo o simplemente a tomar un café, a echar cigarrito, y no puedo porque ni mis tías ni mi mamá me pueden cuidar a la niña.. me agüita no poder tener la vida que debería a mí edad, se lamenta.

Situación complicada para madres solteras

Para Mariana Alba, de 27 años, la situación es complicada. “Yo sólo terminé la prepa, tengo dos hijos, cuates. De su papá no sé nada. En cuanto supo que estaba embarazada dijo que se iba a a Estados Unidos y nunca tuve más noticias. Mis papás me ayudan a cuidar a mis dos niños –de 10 años–. La bronca es que sí tengo trabajo, en una maquiladora, y ahí gano la fabulosa cantidad de 900 pesos semanales y eso que soy supervisora, porque las muchachas a mi cargo ganan 650 pesos a la semana y las friegas son hasta de 10 horas diarias”.

Intenta no quejarse. “Lo bueno es que tengo los fines de semana libres para mis hijos y cuando se puede nos vamos al parque. Con lo que gano tengo que mantener a mis hijos, ayudar en la casa, cooperar con la luz, con la comida, con el agua y con el gas.

La verdad, si no me hubieran apoyado mis papás, yo no sé qué hubiera hecho, tal vez anduviera muy mal, no sé, lo único que quiero es que mis niños Gabriel y Carlos estudien y no vayan embarazar a ninguna muchacha, que gocen su juventud, su vida, como puedan, a lo pobre, pero sin que tengan a nadie esperándolos cuando no hayan cumplido siquiera 20 años, como yo, concluye.