Domingo 4 de diciembre de 2011, p. a20
Desprenderse de este libro es difícil una vez comenzada su lectura. Está integrado por 10 relatos que transpiran gran fuerza y frescura, no obstante que fue publicado hace casi 33 años. Hoy lo tenemos de nuevo a nuestro alcance traducido al español gracias a la edición del sello Cal y Arena.
Considerado un clásico vivo en su natal Brasil y en general de las letras portuguesas, el casi nonagenario Rubem Fonseca nos confronta y provoca con una serie de personajes, situaciones y atmósferas sin concesiones, radicales, cuyas directrices distan de las convenciones y los valores en turno y representan una violenta sacudida a la razón y las emociones.
Ejemplo de ello es el cuento con el que abre el volumen y que da nombre al mismo, El cobrador. Se trata de la historia de un asesino serial cuyas motivaciones son más complejas que sólo la maldad o el resentimiento. Detrás de su proceder se halla la convicción de que los otros, el mundo, la existencia tienen una deuda impagable con él.
Su voracidad sexual es irrefrenable, como ocurre con varios de los personajes de los otros relatos del libro, entre ellos un escritor pederasta que expía su culpa confesándose ante una grabadora; un sicario que recorre el Amazonas hasta encontrar a su víctima, o un detective aficionado al ajedrez que yace aburrido de su mujer.
Son, todas, historias que deambulan de forma difusa entre lo normal y lo anormal, la abulia y lo macabro, el humor y la violencia, lo grotesco y lo sublime, y de las que el lector no sale indemne.
Título: El cobrador
Autor: Rubem Fonseca
Traducción: John O’Kuinghttons
Editorial: Cal y Arena
Número de páginas: 190 Precio de lista: 220 pesos
Textos: Ángel Vargas