Caracas, 2 de diciembre. Los presidentes de México, Felipe Calderón, y Venezuela, Hugo Chávez, abrieron hoy en la capital venezolana junto a más de una veintena de sus pares de Latinoamérica y el Caribe una cumbre para fundar la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), un organismo regional sin Estados Unidos susceptible de rivalizar con la Organización de Estados Americanos (OEA).

Estamos poniendo aquí la piedra fundamental de la unidad, la independencia y el desarrollo, dijo Chávez al inicio de una solemne ceremonia celebrada en el teatro Teresa Carreño, que dio inicio a la cumbre de dos días en Caracas.

Avancemos sin vacilación, porque vacilar es perdernos, arengó el mandatario, durante un discurso en el que defendió la batalla de los pueblos latinoamericanos por su independencia ante las potencias europeas y Estados Unidos.

Estoy convencido: ésta es la hora y ésta es la década de América Latina, por ello debemos apresurar el paso hacia la integración, aseveró por su parte Calderón, en cuyo país se acordó la idea de lanzar en febrero de 2010 la Celac, integrada por 33 países

Los jefes de Estado y de gobierno de la región, o sus representantes, discutirán en la cita cumbre la forma precisa que tendrá la Celac, en la que tendrán cabida liderazgos heterogéneos, que en los últimos tiempos protagonizaron más de una crisis diplomática.

¡Unidad, unidad, unidad!, pidió Chávez. Tenemos que aprender a convivir con esas diferencias y buscar la mejor manera de complementarlas, subrayó. Para Chávez, la OEA es lo viejo, un espacio que fue manipulado, dominado por Estados Unidos, mientras que la Celac nace con un espíritu nuevo, como un arma de integración política, económica y social.

El presidente ecuatoriano, Rafael Correa, fue contundente a su llegada a la capital venezolana: A mí como latinoamericano me rebela que los problemas latinoamericanos se vayan a discutir a Washington, sede de la OEA y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Más desafiante, su par nicaragüense, Daniel Ortega, estimó que la Celac es una sentencia de muerte a la doctrina Monroe, emitida en 1823 por el gobierno de Estados Unidos y considerada como el hito que abrió paso a la injerencia de Washington en la región.

Por su parte el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, admitió el pasado jueves que con la Celac se generarán naturales coincidencias, y confió en que el nuevo organismo enriquecerá el diálogo a escala interamericana, a la vez que saludó las amplias posibilidades de cooperación entre ambas instancias.

Uno de los puntos aún por definir por los miembros de la Celac es el mecanismo de toma de decisiones: los cancilleres regionales no lograron en una reunión ayer un acuerdo sobre ese punto, parte de la Declaración de Caracas, que será suscrita por los presidentes.

Originalmente se propuso que las decisiones se tomaran por consenso, pero a continuación Ecuador sugirió que, en caso de que no se alcanzara la unanimidad, se decidiera por mayoría cualificada.

Los cancilleres sí aprobaron incluir una carta en defensa de los valores democráticos y crear una estructura leve sin presupuesto propio ni secretaría permanente, informó el viernes anterior a los medios Antonio José Simões, subsecretario de Brasil para Asuntos de América del Sur y el Caribe.

La cita siguió hoy con un recital del joven director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel y una sesión plenaria de sus dirigentes

El Parlamento Latinoamericano (Parlatino), compuesto por diputados y senadores de 23 países de la región, quiere ser el órgano legislativo de la Celac, cuya fundación tiene lugar en una cumbre este viernes en Caracas, aseguró su presidente Elías Castillo.

La Celac, que será creada en la cumbre iniciada en Caracas, agrupará a 33 países y una población de 570 millones de habitantes y será el primer organismo regional americano sin Estados Unidos y Canadá, con el que los países miembros aspiran a consolidar su integración.

El Parlatino envió una comunicación al mandatario de Venezuela, Hugo Chávez, en su calidad de presidente pro témpore de la Celac, para ofrecerle sus instalaciones, que podrían albergar la secretaría de la nueva asociación regional.

Un grupo de jóvenes de la oposición venezolana, autodenominados indignados, criticaron hoy al presidente Chávez por pretender tapar los problemas del país en dos días ante la visita a Caracas de más de una veintena de mandatarios por la cumbre de la Celac.