Martes 29 de noviembre de 2011, p. 28
París, 28 de noviembre. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estimó que el producto interno bruto (PIB) de México llegará a 4 por ciento este año, y la tasa de desempleo bajará en el siguiente bienio. Precisó que luego de una fuerte recuperación, la economía mexicana perderá algo de impulso de la mano del mercado internacional y de la producción industrial estadunidense.
Previó que la economía de Grecia se contraerá 6.1 por ciento este año, más del 5.5 por ciento estimado por el gobierno y sus prestamistas internacionales, mientras el próximo caerá 3 por ciento, antes de volver a crecer en 2013. Para Estados Unidos calculó un crecimiento de 1.7 por ciento en 2011 y una expansión de 2 por ciento en 2012. Ante un posible golpe provocado por la crisis de deuda, recomendó aliviar el ajuste fiscal mediante la prolongación de los beneficios extendidos para desempleados.
En su informe sobre Perspectivas económicas difundido este lunes en su sede en París, Francia, aclaró sobre la previsión para México que ésta se dará aunque los fundamentos y las políticas macroeconómicas del país ayudarán a evitar una aguda caída de su PIB. Indicó que luego del crecimiento de de 4 por ciento este año, se espera 3.3 por ciento en 2012 y 3.6 por ciento en 2013.
Sobre la tasa de desempleo previó que se ubique este año en 5.3 por ciento y descienda a 4.9 en 2012 y 4.5 por ciento en 2013. Sobre el índice de precios al consumidor lo ubicó con alza de 3.4 por ciento este año, 3.5 por ciento en 2012 y 3.4 por ciento en 2013.
El documento señala que las exportaciones mexicanas y en general la actividad económica del país deben crecer de nuevo en 2013, luego de que hacia mediados de 2012 vuelvan a retomar el impulso sus socios comerciales.
Ante la considerable incertidumbre que afecta la salud de la economía mundial y la estabilidad de los mercados financieros, los riesgos de la economía mexicana se mantienen a la baja, precisó.
Amenaza la crisis del euro
En sus Perspectivas económicas, la OCDE señala que a nivel global deben aplicarse políticas decisivas para detener la crisis de deuda soberana del euro a fin de evitar su contagio a otras zonas y reimpulsar la actividad económica mundial. La crisis de deuda soberana del euro sigue como la principal amenaza para la economía mundial, aseveró el documento, las preocupaciones sobre la sustentabilidad de esa deuda crecen, y si no se orienta de manera adecuada pueden contagiar a otros países.