México sufre su peor sequía en siete décadas, que amenaza con prolongarse durante el próximo año, arrasando con miles de hectáreas de cultivos y cabezas de ganado y presionando el abasto interno de algunos alimentos. La ausencia de lluvia alcanza a casi 70 por ciento del total del territorio, afectando a 19 de los 32 estados del país, que han visto unatemporada inusualmente mala, pero es en Coahuila, San Luis Potosí, Sonora, Tamaulipas y Zacatecas, en el norte, donde la falta de agua ha causado mayores estragos.

Durante el año, miles de hectáreas de cultivo se han perdido y unas 450 mil cabezas de ganado han muerto por la falta de pastizales que no han crecido en las áridas tierras, mientras las presas, llenas tradicionalmente por estas fechas, apenas alcanzan entre 30 y 40 por ciento de su capacidad.

Es un caso de suma gravedad, dijo Ignacio Rivera, subsecretario de Desarrollo Rural de la Secretaría de Agricultura (Sagarpa). Las estadísticas de precipitación en el país nos hablan de que este ha sido el año más seco en los últimos 70, agregó.

Seguro contra catástrofes

México tiene una superficie cultivable de 22 millones de hectáreas en dos ciclos (primavera-verano y otoño-invierno) y hasta 2010 contaba con un hato de poco más de 32.6 millones de cabezas de ganado bovino. Rivera añadió que de las 8.1 millones de hectáreas de superficie agrícola que la Sagarpa tiene aseguradas contra alguna catástrofe natural, se han cobrado las pólizas de unas 600 mil, que han perdido el total de su producción, mientras otras 3.8 millones de hectáreas están siendo evaluadas.

Y las previsiones de los expertos no ofrecen un buen panorama a corto plazo. Con el frío invierno a la vuelta de la esquina y el suelo más árido por la falta de riego, las heladas podrían azotar a la región con mayor fuerza.

Es una situación preocupante, y es más preocupante porque ya terminamos las épocas de lluvias (...) tendríamos que esperar a junio de 2012 y ver cómo vienen las lluvias, explicó Felipe Arreguín, subdirector técnico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Los analistas piensan que de no revertirse pronto la situación las autoridades se verían obligadas a elevar sus importaciones de alimentos para hacer frente a una menor producción local. Según Herrera, Durango habría producido este año apenas 20 por ciento de las 250 mil toneladas de maíz y frijol que suele cosechar anualmente.