Martes 22 de noviembre de 2011, p. 29
Río de Janeiro, 21 de noviembre. El gobierno de Brasil asestó un golpe a Chevron el lunes, al sancionarla con 28 millones de dólares por causar un derrame de petróleo frente a las costas del país.
No obstante, la sanción podría alcanzar 44 millones de dólares, debido a que la petrolera estadunidense enfrenta una dura respuesta política por el accidente.
La fuga del pozo submarino, cuya propiedad es compartida entre Chevron, la estatal brasileña Petrobras y un grupo japonés, se ha reducido a un flujo residual
y no representa un desastre mayor
, dijo Haroldo Lima, director de la Agencia Nacional de Petróleo (ANP), ente regulador de energía de Brasil.
En su momento de mayor intensidad se llegaron a verter entre 200 y 330 barriles de crudo por día al océano tras la ruptura de la estructura del pozo el 7 de noviembre, según la ANP.
Chevron refirió el lunes que el pozo derramó 2 mil 400 barriles de petróleo al mar, mientras algunas estimaciones del gobierno indican que el vertido alcanzó los 5 mil barriles de crudo.
“No hay comparación con el derrame del pozo Macondo en el Golfo de México, donde se vertieron 3 mil barriles por día y 11 personas murieron. Éste es un accidente serio, pero no mayor”, precisó Lima a la prensa, al referirse al desastre de BP el año pasado.
La agencia ambiental de Brasil añadió después que multaría con 28 millones de dólares a la compañía, que asumió la responsabilidad por el accidente.