Hace 36 días, el señor Jesús Rosas Arredondo, de 67 años y originario de Nayarit, tomó su bicicleta y en solitario emprendió un largo viaje desde Tijuana, Baja California, hasta Santo Domingo Tonalá, Oaxaca, su destino final. Su objetivo: mandar el ejemplo a la juventud de que la violencia no es la salida.

En entrevista telefónica, Rosas Arredondo expuso su preocupación por la situación de inseguridad y confrontación que hoy vive el país. Aseguró que recorrerá 3 mil 300 kilómetros en bicicleta sólo para aportar un granito de arena para que esta guerra (contra el narcotráfico) termine ya.

Preocupado por la crisis de inseguridad que enfrenta el país y la falta de opciones para la población, en particular para los jóvenes, el pasado 15 de octubre inició su largo recorrido sobre ruedas.

Toda mi vida me ha apasionado el ciclismo, he sido un aventurero en este deporte. En esta ocasión veo un fin más allá de la satisfacción personal o deportiva. Ojalá que con este humilde esfuerzo los niños y jóvenes se den cuenta de que se pueden transformar las cosas cuando hay voluntad para ello.

Rosas Arredondo, quien por más de 40 años trabajó como contratista en Estados Unidos –país donde consiguió una residencia en 1980– subraya que si bien le preocupa la crisis económica de México, ésta no me espanta. Lo que me causa mucho temor es la violencia que cada día es mayor. Es un problema que la mayoría de los mexicanos no generamos, pero que hoy tenemos que padecer todos.

Sin embargo, confió en que si cada ciudadano aporta acciones extraordinarias, la situación podrá revertirse.

A bordo de una bicicleta BH (de carreras) de aluminio con carbono, desde el 15 de octubre, puntualmente Rosas inicia su travesía a las nueve de la mañana y termina su día cuando ha logrado recorrer 100 kilómetros. Puede ser la una o dos de la tarde, a veces hasta las tres, todo depende de los caminos. La meta es completar 3 mil 300 kilómetros.

Ayer domingo ya se encontraba en Puebla, donde descansará este lunes, y está a cuatro días de cumplir su meta. Una vez que alcance su objetivo, Rosas Arredondo regresará a su tierra natal.