Miles de personas exigieron ayer ante las rejas de la base estadunidense de Fort Benning, en el estado de Georgia –entre ellos el actor Martin Sheen– el cierre de la Escuela de las Américas (School of Americas o SOA, por sus siglas en inglés), cuyo nombre ha sido cambiado por el de Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad.

Otras miles de personas acudieron el fin de semana a Columbus, Georgia, para participar en el encuentro antimilitarista vigente más grande del país. Exigirán el fin de la militarización de América Latina por Estados Unidos y el cierre de la escuela, que ha dado entrenamiento a muchos miembros de pasadas dictaduras latinoamericanas.

Hemos venido este fin de semana porque la desigualdad y la opresión continúan, y la Escuela de las Américas desempeña un papel en todo ello, dijo Jimena Paz, líder del movimiento de resistencia en Honduras. En mi país los egresados de la SOA siguen reprimiendo los movimientos sociales que han surgido contra el golpe militar encabezado por egresados de esta escuela en Fort Benning.

Investigar abusos, demandan

Anteriormente, este año, 69 miembros del Congreso le pidieron al presidente Barack Obama cerrar la escuela por decreto ejecutivo, y el mes pasado el representante Jim McGovern introdujo una legislación para suspender las operaciones e investigar los abusos contra los derechos humanos que tienen lugar en América Latina.

La historia humana se ha ido forjando a partir de numerosos actos de valor, ha reiterado el actor y director de cine Martin Sheen, quien se dirigirá a la multitud este fin de semana. Sheen lleva más de una década reclamando públicamente que la Escuela de las Américas sea clausurada. Queramos reconocerlo o no, somos responsables los unos de los otros, y todos lo somos del mundo, afirmó.

Este fin de semana subirán al escenario con Sheen el presidente en Georgia de la Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color de Edward DuBose y representantes de la Alianza de la Juventud Indocumentada de Georgia, sobrevivientes de tortura, activistas de derechos humanos de América Latina y muchos más.

La convergencia de este fin de semana incluirá plenarias, talleres, conciertos, una manifestación masiva y una vigilia por la paz, con la intención de transformar a Fort Benning, de un lugar en que se forman asesinos en otro para la memoria y la resistencia no violenta, empleando imágenes de mártires, cruces, estrellas y flores para crear en la reja principal un homenaje en honor de las víctimas de la violencia de la SOA.