Los manifestantes siguen en el sitio; insisten en que los militares cedan el poder a civiles
Afirma la policía haber usado sólo gases lacrimógenos en la expulsión de los activistas
Domingo 20 de noviembre de 2011, p. 20
El Cairo, 19 de noviembre. Al menos tres muertos y 676 personas resultaron heridas este sábado, en El Cairo, luego de violentos enfrentamientos con gases lacrimógenos, balas de goma y piedras entre manifestantes y policías en la plaza Tahrir, cuando los uniformados desalojaron del lugar a quienes, la víspera, formaron parte de un contingente de 50 mil que exigieron al gobierno militar la transferencia de poder a una autoridad civil electa.
Diez días antes de las elecciones legislativas del 28 de noviembre, la policía entró por la mañana para dispersar la protesta. Los agentes derribaron las tiendas de campaña de unos 100 manifestantes que acampaban en la plaza.
La medida causó que unos 5 mil manifestantes volvieran al sitio y estallaran los choques.
La gente quiere derrocar al régimen
, coreaban cientos de jóvenes mientras se lanzaban contra una línea de policías con cascos.
El choque se intensificó en la tarde con ataques de la policía antimotines, que utilizó gases lacrimógenos y balas de goma, mientras los manifestantes replicaban con diversos proyectiles.
La policía antidisturbios lanzó gases lacrimógenos para tratar de limpiar el área y cerró las calles que conducen a la plaza Tahrir, dijeron testigos. Golpeaban a los manifestantes con porras, mientras los manifestantes rompían el cemento de las aceras para lanzarlo a los efectivos.
Dos coches de policía fueron incendiados en la plaza. Testigos dijeron haber visto a los manifestantes subir a los vehículos. Un tercer auto cerca de la sede de la Liga Árabe, también estaba en llamas, dijo otro testigo.
La policía se retiró luego a las calles cercanas a la plaza, en tanto los manifestantes lanzaban consignas reclamando la caída del mariscal Tantawi, que dirige el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, depositario del poder desde la caída del presidente Hosni Mubarak el 11 de febrero.
La protesta, que duraba desde hace varios días, demandaba que se juzgara en breve a policías y dirigentes responsables de la violencia que causó la muerte de unas 850 personas y dejó miles de heridos previos al derrocamiento de Mubarak.
Poderes sobre el Parlamento
El viernes, miles de manifestantes, la mayoría islamitas, se sumaron a los presentes en la plaza Tahrir para exigir que el ejército ceda lo antes posible el poder a los civiles. También exigieron al gobierno que abandone una propuesta de enmienda de la Constitución que daría a los militares poderes sobre el Parlamento.
En la movilización participaron también simpatizantes de organizaciones laicas liberales o de izquierda, así como movimientos por la democracia.
El sábado un médico en la plaza precisó que un hombre identificado como Ahmed Mahmud, de 23 años, recibió una bala en el pecho.
Según Mohamed Sherbini, portavoz del ministerio de Salud, los enfrentamientos dejaron 676 heridos.
El ministerio del Interior afirmó, por su parte, que 40 policías figuran entre los heridos.
Otros médicos afirmaron a la agencia Afp que brindaron cuidados médicos a personas alcanzadas por balas de goma en los ojos y que algunas de ellas fueron trasladadas a hospitales.
Usuarios de las redes sociales reportaron en Twitter que varios activistas perdieron un ojo, y videos difundidos en YouTube mostraban a personas con el rostro ensangrentado.
En un comunicado publicado en su página de Facebook, el Ministerio del Interior aseguró que la policía no usó armas de fuego, fusiles de caza o balas de goma
y aseguró que las fuerzas de seguridad recurrieron a los medios legales
y sólo utilizaron gases lacrimógenos para dispersar a los activistas
.
Al caer la noche la tranquilidad parecía haber regresado a la plaza, donde miles de egipcios confluyeron, pero los disparos de gases lacrimógenos se reanudaron, mientras que los manifestantes respondían lanzando piedras, constató un periodista de la Afp.
Frente al Parlamento hubo violentos enfrentamientos.
En tanto, en un comunicado leído en la televisión pública, el gobierno llamó por la noche a regresar a la razón
a los manifestantes; lo que pasa desde esta mañana es peligroso y tiene un impacto directo en el país y en la revolución
, afirmó.
Por otra parte, un responsable de seguridad informó sobre concentraciones de manifestantes delante de las sedes de la dirección de seguridad de Alejandría, en el norte del país, en el sur en Asuán y en Suez, donde hubo dos muertos víctimas de disparos de francotiradores.