“Con los montajes Fausto y Los sueños coloridos regresamos a México para presentarnos en el teatro Metropólitan; se trata de fragmentos que pueden ser vistos por toda la familia”, expresó en entrevista Bob Dufek, director de la compañía Teatro Negro de Praga.

Aunque los años han pasado desde su fundación por el maestro Jiri Srnec, en 1961, esta agrupación sigue fiel al recurso de la cámara negra, sin introducir nuevas tecnologías, añadió Dufek.

Su influencia, por medio de los actores que han trabajado en la empresa, abarca Europa Central y Rusia.

En el caso de Fausto, explicó, nace de la novela del mismo nombre, escrita por J.W. Goethe, redimensionada a través de la cámara negra y de la luz, y de una galería de personajes salidos de la pluma de Bram Stocker, Mary W. Shelley, H.G. Wells, P. Mérimée y Julio Verne, entre muchos otros, en Los sueños coloridos.

“El Teatro Negro de Praga –precisó– toma estos mitos, los vuelve su alimento y su alma para reinventarlos, creando con ellos un espectáculo mágico de luz, color y mundos asombrosos.”

El secreto de la compañía consiste en incorporar una antigua técnica escénica (la cámara negra) en la que los actores, íntegramente vestidos de negro, manipulan objetos teñidos de colores fluorescentes que brillan en la oscuridad del teatro, provocando un efecto sorprendente y haciendo que tomen vida propia a la perfección.

Técnica mágica

En 1975 empezaron a aparecer, al lado del primer grupo fundado en 1961, otros grupos. En 1986 se reunieron colaboradores, todos formados por Jiri Srnec, con la idea de vincular el teatro negro clásico con elementos de teatro musical y danza. Así surgió un tipo único de teatro sintético que cruzó fronteras.

En 1993, el Teatro Negro de Praga se estableció bajo el nombre de su escenario permanente: ACT (All Colours Theatre), en una plaza histórica en el centro de Praga, entre la Plaza Wenceslao y la hermosa ciudad vieja. Aquí, cada vez que estrenan rompen su récord de taquilla.

Aunque las obras son profundas, están llenas de humor, luz y colorFoto Archivo

Como tal, el teatro negro tiene 2 mil años de historia y nosotros tan sólo llevamos unos cuantos, pero esa es una responsabilidad. Seguimos en la tradición y con los mismos trucos. Es decir, se trata de tener una idea, desarrollarla y unirla con la música, sin alardes tecnológicos, Consideramos que nuestra técnica es mágica.

Sobre si les han plagiado sus montajes, un tanto dubitativo contestó que su trabajo está en Internet, por lo que no es un secreto lo que hacen. Por lo tanto, si alguien retoma algo es difícil calificarlo como plagio.

Especificó que las ideas de Fausto y Frankenstein les son muy cercanas culturalmente. “En el escenario estarán 10 artistas y en el caso de Frankenstein la puesta es muy interesante desde lo visual. El público mexicano es excelente, ya lo conocemos y por eso venimos acá cada dos años. Al inicio de la función se queda callado, cunde el silencio, pero poco a poco va reaccionando, va participando.”

Insistió en que la tradición se refuerza con cada obra, lo cual tampoco es tan voluntario, porque la gente pide y hasta exige la tradición, especialmente en Praga. “Actualmente tenemos tres montajes vigentes: Música viva, Doctor Frankenstein y Doctor Fausto. Aunque estas obras son profundas hay humor y son para toda la familia. Es más, nuestras obras están hechas para los niños. Estas piezas no son duras.”

Se presentarán en otros festivales de la República Méxicana. Hoy ofrecerán, a las 13 horas, una función en el teatro Metropólitan.