Tepic, Nayarit., 14 de noviembre. Con 107 años a cuestas, Trinidad Ríos Aguayo, ícono inconfundible del mariachi tradicional a escalas nacional e internacional, falleció este fin de semana víctima de males añejos.

Don Trinidad nació en el municipio de Compostela y a corta edad perdió a su padre y madre, creciendo al lado de una tía; la necesidad económica lo obligó a trabajar en diferentes faenas del campo, desde arreo de mulas y caballos hasta siembra.

Fue ahí precisamente, en el campo, donde conoció a un hombre de edad mayor quien le comenzó a inculcar el gusto por la música de mariachi, misma que practicó toda la vida hasta que las fuerzas físicas lo limitaron a estar parado por largo tiempo o sostener instrumentos musicales.

Don Trinidad narraba con voz pausada, pero con mucho orgullo, que durante 15 días ensayaron en la casa del presidente electo en ese tiempo, Luis Echeverría Álvarez, porque ellos fueron quienes tocaron el día que Echeverría tomó protesta, la canción indicada para ese importante momento fue El jarabe nayarita, mismo que había sido tomado previamente como tema central de la campaña del entonces candidato.

Asimismo, platicaba de sus largos, pero aplaudidas giras musicales a Estados Unidos, y Colombia, así como a gran parte del país, Don Trini, como se le conocía, señalaba que jamás pensó recibir tantos aplausos y reconocimientos por hacer lo que fue su pasión: la música de mariachi.

En la sala de su humilde casa y acompañado siempre por alguien de su familia, casi siempre un nieto, él narraba cómo era perseguido por las mujeres en sus tiempos de juventud, cómo las conquistaba, cómo conoció a su esposa y aprovechaba para platicar chistes bastantes subidos de color, pero no ofensivos.

En las paredes de su vivienda, ubicada por la colonia H. Casas, Don Trini permanecía sentado entre decenas de reconocimientos enmarcados y colgados de las paredes, regalos de gente muy importante de la política y, por supuesto, de su familia.

Don Trini procreó con Francisca Neri 11 hijos, de los cuales, él mismo decía perdió la cuenta de nietos, bisnietos, eso sí, él sabía que tenía cuatro tataranietos.

En un homenaje rendido en 2010, en la ciudad de Guadalajara, asistieron más de 350 integrantes de diferentes mariachis. También recibió la medalla Cirilo Marmolejo, en 2003, por ser el mariachi más longevo del país y del mundo.

Este lunes se le rindió un homenaje en el Museo de los 5 pueblos, ubicado en el centro de la ciudad.