Río de Janeiro, 13 de noviembre. Unos 3 mil militares y policías apoyados por helicópteros y vehículos blindados ocuparon pacíficamente la madrugada de este domingo, en Río de Janeiro, la favela de Rocinha, con el fin de recuperar el control que ejercían el narcotráfico en el lugar desde hace tres décadas. Las fuerzas de seguridad que participaron en el operativo Choque de Paz decomisaron 13 fusiles y una cantidad no precisada de mariguana.

La operación comenzó a las 4:10 hora local y concluyó poco después de las 6 de la mañana con la toma no sólo de Rocinha, sino también de las favelas aledañas de Vidigal y Chácara do Céu, situadas a lo largo de un estrecho punto de tráfico entre el centro y las zonas del oeste de esta ciudad, la cual será sede de la Copa Mundial de Futbol en 2014, así como de los Juegos Olímpico en 2016.

Al comienzo de la invasión policial, presuntos delincuentes levantaron barricadas en Vidigal para evitar el avance de las unidades blindadas y desparramaron aceite en la calle para dificultar el desplazamiento de las fuerzas de seguridad.

Los batallones de Operaciones Especiales incautaron 11 fusiles AR-15, Parafal y M-16, una ametralladora y una escopeta calibre 12, cargadores de munición y granadas, así como una cantidad no precisada de mariguana.

Tras concluir el operativo, el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, llamó por teléfono a la presidenta Dilma Rousseff y le agradeció el apoyo del gobierno federal, la marina y la policía federal, publicaron diarios brasileños.

Según el diario O Estado de Sao Paulo, en años recientes los negocios ilícitos en Rocinha, donde habitan 120 mil personas, pasaron a ser empresas millonarias, con diversidad de negocios, como transporte público y agencias de turismo, gracias a la instalación de refinerías de cocaína que multiplicaron las ganancias obtenidas hasta entonces con la venta de mariguana.

Se estima que esas empresas facturaban semanalmente cerca de mil 190 millones de dólares.

Otros negocios de los narcotraficantes eran el cobro de cuotas a prostíbulos y clínicas de aborto clandestinos, y la venta de la droga sintética éxtasis, distribuida en raves y discotecas de la ciudad.

Rocinha es la decimonovena favela recuperada por la policía, durante tres años de operativos para pacificar Río de Janeiro, con miras al Mundial de Futbol y los Juegos Olímpicos.

No obstante, una de las principales críticas a la pacificación de las favelas es que los narcotraficantes tienen tiempo de huir antes de las operaciones, las cuales son anunciadas por los medios de comunicación.

El domingo pasado, Antonio Bonfin Lopes, alias Nem, el presunto líder de la facción del tráfico de drogas Amigos de los amigos, desde 2005 en Rocinha, organizó una fiesta de despedida antes de ser capturado por la fuerzas de seguridad, la madrugada del jueves 10 de noviembre.