El escalamiento del caso Moreira, por las irregularidades en la contratación de deuda pública de Coahuila, propició que el PAN exigiera acciones penales contra el ex gobernador de esa entidad y presidente nacional del PRI, al margen del eventual resultado de un juicio político.

Pero más allá de las protestas y cuestionamientos, Moreira declaró en Morelia: yo no tengo por qué irme. Estuvo en Michoacán, donde acudió para revisar la estrategia previa a la elección de gobernador. Pero en la capital del país el caso causaba revuelo entre integrantes del PAN y el PRD.

En tanto, la dirigencia nacional priísta no aceptó emitir ninguna posición ante la solicitud de juicio político contra su presidente. Se argumentó que, ante la inminencia de las elecciones en Michoacán, no hay otro tema que distinga la actividad partidista.

(Fabiola Martínez, Roberto Garduño, Ernesto Martinez, corresponsal, y Enrique Mendez, enviado)