Juan Manuel Márquez no se impacienta ni pierde el sueño a unos días de enfrentarse por tercera ocasión al filipino Manny Pacquiao. Mientras llega el sábado, en Las Vegas, Márquez se concentra para su mayor prueba en el boxeo y no le da importancia a las acusaciones que la semana pasada le lanzaron desde el equipo de Pacman, de consumir sustancias prohibidas para incrementar su masa muscular.

Para el mexicano es sólo un signo de inseguridad del equipo del filipino y ante las dudas yo me hago el examen que ellos quieran, pero también que Pacquiao se lo haga; con esa condición habrá exámenes antidopaje cuando quieran y el día que quieran, dijo.

Pacman no ha sido ajeno a esa clase de acusaciones, pues el combate contra Floyd Mayweather Jr. no pudo realizarse porque el estadunidense desconfía del crecimiento muscular del filipino y ha puesto condiciones para descartar toda sospecha.

Yo estoy listo, mi cuerpo es resultado del esfuerzo, de lo que he trabajado, agregó Márquez.

Fuera de esa polémica, El Dinamita está más concentrado que nunca para el mayor reto de su carrera. Este sábado en el hotel MGM Grand, de Las Vegas, se realizará una de las peleas más esperadas en años recientes, por eso me preparé de manera especial y dejaré todo en el cuadrilátero, porque esa noche estará en juego mi carrera y mi prestigio.

Una derrota de ese calibre para un boxeador de 38 años de edad puede significar el retiro, pero Márquez ni siquiera se toma un instante para pensarlo. Ese escenario nunca cruzó por su mente y la posibilidad de vencer al boxeador considerado el mejor libra por libra tampoco le hace perder piso.

Sé que si gano vendrán cosas muy importantes, pero eso no me impacienta; eso no me da la seguridad que necesito para la pelea, pues eso lo obtengo de mi preparación.

Tampoco lo arredran las declaraciones de Pacquiao, quien aseguró que noqueará al mexicano para sepultar toda duda sobre los fallos favorables al filipino.

Él puede decir lo que quiera, pero que lo haga, es distinto; a mí no me espanta que diga que me va a noquear, que lo intente, dijo Márquez.

Yo no adelanto nada, lo único que digo es que mi preparación me da mucha confianza y mi trabajo consiste en demostrarlo arriba del cuadrilátero; nada más.

Márquez anticipa que será un pleito de muchos intercambios y velocidad. El Dinamita ha caído en más de un combate y se ha levantado, pero en las 144 libras un impacto puede decretar el final. Aquí no vamos a comprobar si Pacquiao pega más fuerte en este peso o si seré capaz de levantarme si me conecta y me manda a la lona, comenta.

Es la pelea más dura de mi vida, pero yo tengo las agallas para salir adelante, concluyó Márquez, quien aguarda con paciencia la noche en la que los aficionados lo volverán a ver con los ojos clavados en los de Pacquiao.