Refrendar carácter nacional, autónomo, laico y gratuito, prioridad
En investigación podemos crear nuestros propios estándares, no sólo ser receptores de criterios internacionalesFoto Carlos Cisneros
Lunes 7 de noviembre de 2011, p. 41
Una institución pública, gratuita y laica; con mayor presencia nacional, y vínculos con el sector productivo del país propone José Gonzalo Guerrero, uno de los cinco aspirantes a la rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para el cuatrienio 2011-2015, considerados por la Junta de Gobierno (JG) de la casa de estudios.
José Gonzalo Guerrero Zepeda es ingeniero mecánico electricista y maestro en administración pública por la UNAM. Tiene una especialidad en fractografía por la Universidad de San José, California, y ha ocupado diversos cargos en empresas como la Comisión Federal de Electricidad y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Tiene más de 30 años como docente en la máxima casa de estudios y es director de la Facultad de Ingeniería.
–¿Por qué decidió aceptar la invitación de la JG?
–La sola consideración es una distinción y un placer. La segunda razón es corresponder a quienes me han propuesto, es una forma de decir gracias por pensar en mí
. Además, me gusta la buena contienda, fraternal, colaborativa, que sume, y estoy seguro que quien quede va a capitalizar las ideas de los cuatro aspirantes.
–¿Cómo encuentra la UNAM en este momento?
–Viva en el amplio sentido de la palabra. Es una institución donde la tradición y la historia se convierten en una enorme ventaja, pero también en un reto. El principal enemigo a vencer es pensar que estamos bien. Siempre hay aristas por mejorar, nuevas ideas por explorar, nuevas acciones por emprender y acciones exitosas por perfeccionar. Tenemos que seguir avanzando, proponiendo, para aprovechar a una comunidad tan rica.
–¿Cuál es su plan de trabajo?
–Lo primero es refrendar el carácter nacional, público, autónomo, laico y gratuito de nuestra institución. Ésa es mi convicción, pero no significa que no deba buscar mecanismos para allegarse recursos extraordinarios.
La universidad tiene necesidad y posibilidad de generar valor agregado para empresas públicas y privadas, y legítimamente allegarse más recursos que sirvan para más becas, equipamiento, mejoras. Tenemos un presupuesto razonable, y si nos dan más hacemos más, pero nosotros debemos buscar más recursos.
En segundo lugar, la expansión universitaria que está dándose en lo nacional. En muchos rincones del país se demanda la presencia de una institución con espléndido prestigio en lo moral. Debemos seguir ampliando muy racionalmente la presencia de la universidad en nuestro país.
Otro elemento es mejorar las actividades sustantivas de la universidad: docencia, investigación, y extensión y difusión de la cultura. Hay que reforzar el aprendizaje y es crucial el aprovechamiento de nuevas tecnologías, no para sustituir las que ya existen, sino para complementarlas.
–De la gestión de José Narro, ¿qué tendría continuidad?
–Muchas cosas. La gestión del doctor Narro ha sido de enorme participación y de escuchar las ideas. La expansión universitaria en el territorio nacional me parece un gran acierto, y también fijar la atención en el bachillerato, que debe seguir siendo parte integral de la UNAM. La búsqueda de mayores apoyos a estudiantes es otro acierto, porque vivimos tiempos difíciles y hay que maximizar las posibilidades de éxito de quien llegue aquí.
No es que hiciera cosas diferentes, simplemente no cejaría en ello. Desde 1990 y luego en 1999, que fueron dos momentos críticos, quedaron muchos pendientes, muchos vacíos de la reforma universitaria. El rector la ha empujado y se han tenido logros, como la reconformación del Consejo Universitario, pero hay que revisar bien el marco institucional de docencia, las condiciones y la normatividad del trabajo académico. Hay que tener más flexibilidad y apertura en los planes de estudio, y alternativas complementarias a la sola licenciatura y a la especialización.
–¿Qué papel debe jugar el rector dentro y fuera?
–Potenciar al máximo cosas que debemos hacer todos, como la concertación con diferentes sectores, y convencer de que la educación es la mejor inversión de un país.