La ausencia de modificaciones estructurales al esquema de tributación en la Ley de Ingresos para 2012 responde al hecho de que los partidos de oposición tienen mayoría en el Congreso y rehúsan las reformas, consideraron analistas del Grupo Financiero Citi-Banamex.

Por otro lado, el nuevo marco macroeconómico para 2012, aprobado por el Congreso, prevé posibles efectos de la reciente turbulencia internacional sobre las principales proyecciones macroeconómicas.

Pero aclararon los especialistas que una evaluación más detallada del paquete económico será posible con la aprobación del presupuesto a mediados de noviembre.

Sobre los cambios que los diputados realizaron a mitad de la semana pasada implicarán ingresos adicionales para el gobierno federal por 28 mil 700 millones de pesos, lo que sumados a un mayor endeudamiento por 30 mil 900 millones de pesos, generarán recursos adicionales por 59 mil 600 millones de pesos.

Entre los cambios básicamente son tres las modificaciones al marco macroeconómico originalmente presentado: Se reduce la expectativa de crecimiento económico a 3.3 por ciento; se mejora la estimación de la plataforma de producción de petróleo a 2 millones 560 mil barriles diarios desde los 2 millones 550 mil barriles diarios de la propuesta original, y la expectativa de tipo de cambio promedio se ajustó al alza, hasta 12.80 pesos por dólar desde 12.20 pesos.

En adición, la estimación de los diputados implica mejoras en la capacidad recaudatoria del gobierno federal, que ya son evidentes en la última parte de este año.

Es importante destacar que no se modificó la expectativa para el precio promedio de la mezcla de petróleo mexicano de 84.9 dólares por barril.

Sin embargo, los analistas de Citi-Banamex consideraron que las modificaciones del Congreso a la Ley de Ingresos son marginales respecto de la propuesta original del Ejecutivo, manteniendo su carácter inercial.

Se estima que, bajo los supuestos de una paridad más depreciada y mayor producción de petróleo, los ingresos petroleros serán mayores en 24 mil 400 millones de pesos. Aunque se redujo la premisa de crecimiento económico, el Congreso estimó que la recaudación de impuestos rebasaría en 3 mil 600 millones de pesos la propuesta del Ejecutivo.

Esto debido principalmente a que se calcula que la recaudación del impuesto sobre la renta total (ISR+IETU+IDE) podría –muy probablemente bajo el supuesto de mayor eficiencia recaudatoria–, mejorar en 3 mil 800 millones de pesos el nivel presentado por Hacienda.

El Congreso reforzó el sesgo marginalmente expansivo de la política fiscal para 2012, aunque mantiene la tendencia a reducir el déficit.

Se pretende un déficit tradicional de 0.4 por ciento del producto interno bruto (PIB) sin incluir la inversión de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de 2.4 por ciento si se incluye, mayor a 0.2 por ciento propuesto por Hacienda y de 2.2 por ciento con inversión de Pemex, pero se mantiene la ligera disminución del déficit respecto del esperado para 2011 (-0.5 por ciento y -2.5 por ciento con la inversión de Pemex).

Con estas cifras, el déficit amplio (que incluye las erogaciones fuera del presupuesto) podría ascender a 2.6 por ciento del PIB para 2012, que también está por debajo de la estimación para 2011 de 2.9 por ciento.