El Cuarteto de cuerdas de la Filarmónica de Berlín se presentará en la Sala Nezahualcóyotl
La globalización también afecta el ámbito del arte y todo tiende a homogeneizarse, dice Neithard Resa
La música de cámara todavía es una vertiente en desarrollo en cuanto al público, señala
Miércoles 19 de octubre de 2011, p. 5
Guanajuato, Gto., 18 de octubre. Mantener la personalidad y el sonido característicos de una orquesta es tarea cada vez más complicada. Las agrupaciones más importantes y de mayor tradición en el orbe se encuentran en riesgo permanente de verse trastocadas en esos aspectos.
Así lo sostiene Neithard Resa, violista principal de la Filarmónica de Berlín e integrante del Cuarteto de cuerdas de esa agrupación, ensamble que realiza gira en México y que, como parte de ella, ofrecerá este jueves un concierto en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario, a las 20:30 horas.
Las orquestas se las están viendo muy difícil para preservar un sonido propio. La globalización afecta también el ámbito del arte y todo tiende a homogeneizarse en el mundo
, señala el intérprete en entrevista, tras concluir su participación en el Festival Internacional Cervantino (FIC), el domingo pasado.
“Incluso para la Filarmónica de Berlín, ésa es una situación que pesa, porque si bien somos muchos músicos europeos, también hay otros de diversas procedencias; por ejemplo, japoneses y un venezolano.
Nos estamos volviendo una orquesta multinacional y eso nos dificulta cada vez más conservar nuestra manera especial de tocar, nuestro sello.
De acuerdo con el violista, esa situación no ha pasado desapercibida para los directivos de la agrupación berlinesa, como tampoco para los de la Filarmónica de Viena, los cuales han buscado contrarrestarla de diferentes maneras.
La principal, explica, ha sido dar prioridad a los atrilistas educados en el sistema alemán de interpretación al momento de seleccionar nuevos integrantes, aunque entre las filas de ambas orquestas hay músicos provenientes de otros modelos.
Neithard Resa considera que la música de cámara es una vertiente todavía en desarrollo, en lo que concierne al gusto del público, el cual, a su decir, todavía prefiere los grandes formatos: el sinfónico y la ópera.
Estudiar, discutir e interpretar
Tocar en una orquesta y en un ensamble no implica grandes diferencias técnicas, afirma Neithard Resa, sin embargo, admite que la primera ofrece mayor comodidad para los músicos, por sentirse abrigados y protegidos
, mientras en la segunda es como exhibirse desnudo
Transitar entre ambos formatos tampoco es algo que se les complique a los integrantes del cuarteto. Lo hacen con frecuencia, según el intérprete, quien asegura que incluso es una dinámica que ofrece varias ventajas.
Nuestra forma de interpretar (dentro del ensamble) toma varios elementos e ideas que provienen de la orquesta, la cual ciertamente es una de las mejores del mundo. Eso nos permite trabajar con los mejores músicos del planeta, tanto directores como solistas, de quienes recibimos muchas ideas y observaciones que aplicamos dentro del formato de cámara.
El repertorio predilecto de este ensamble es el clásico, si bien de forma eventual también interpreta obra moderna y contemporánea, comenta Neithard Resa, quien descarta que los integrantes del cuarteto estén interesados en crear o atraer nuevos públicos.
Nuestra tarea no es encontrar nueva audiencia. Lo que nos corresponde es estudiar la música, discutirla y tocarla; es algo que nos encanta. Mis compañeros y yo tratamos de interpretar la música que nos gusta y que pensamos que al público le gustará también.