En actos por separado, diputados de PAN y PRI acudieron ayer a la Procuraduría General de Justicia y a la Contraloría General del Distrito Federal para presentar sendas denuncias en contra de Raúl Flores, jefe delegacional de Coyoacán, y Martí Batres, ex titular de la Secretaría de Desarrollo Social.

En el primer caso, los legisladores federales panistas Ezequiel Rétiz y Agustín Castilla, acompañados por el presidente del PAN-DF, Obdulio Ávila, acudieron a la PGJDF para presentar una querella en contra de Flores, por el presunto desvío de más de 39 millones de pesos destinados a obra pública, pero que habrían sido utilizados en actividades diversas, como pago de servicios de vigilancia y seguros, así como sueldos a personal eventual, remuneraciones por horas extraordinarias, guardias y alimentación para personas.

De acuerdo con Ávila, el caso de la delegación Coyoacán es apenas la punta del iceberg, porque se trata de recursos que han sido desviados para la ejecución de un proyecto de infraestructura vial, que son más de 39 millones de pesos que fueron destinados al gasto corriente de la delegación.

Más tarde, en las oficinas de la Contraloría del Distrito Federal, los diputados locales Miguel Medina Pederzini (PAN) y Fidel Suárez (PRI) presentaron una denuncia administrativa en contra del ex secretario de Desarrollo Social de esta ciudad Martí Batres, por su presunta responsabilidad en el mal manejo de los vales para uniformes que se entregaron de manera incompleta a un grupo de padres de familia.