Cumplida una hora del partido, Daniel Arreola se enfiló por sector izquierdo, no vio ningún compañero cerca y se animó a sacar un trallazo de otro futbol: el balón realizó una comba, superó el buen lance del Pikolín portero y entró en el ángulo superior izquierdo, para un golazo que definió el 4-1 de Atlas sobre Pumas, el primer triunfo de Juan Carlos Chávez y una victoria de los Zorros después de 17 años en Ciudad Universitaria (CU).

El balompié mexicano navega entre la irregularidad y una paridad de fuerzas que hace imposible atinar a las quinielas. Los rojinegros llegaron al México 68 con la soga al cuello: en el sótano de la clasificación general y penúltimos en la tabla por el no descenso.

La fiesta auriazul parecía inminente, pero los rojinegros les jugaron con su propia arma: la dinámica, que se combinó con el contragolpe y dos tantos de Jahir Barraza, uno de Ricardo Bocanegra y el golazo del cancunense Arreola para una sorpresiva victoria del equipo que pelea por su supervivencia, pero que hoy hizo recordar aquellos viejos tiempos en que le llamaban la Academia.

Por Pumas (que recibió ocho goles en dos partidos) sólo se salvó Francisco Palencia, quien marcó el 1-1 momentáneo que generó esperanzas en la fiel barra universitaria, pero no impidió un triunfo atlista, lo cual no se veía en CU desde la lejana campaña 1993-94.

El equipo de Guillermo Vázquez sufrió su segunda caída al hilo por el mismo marcador, luego del 4-1 ante Tigres, y descendió al séptimo sitio general, con 20 puntos.

El ex seleccionador Sub-20 Juan Carlos Chávez consiguió su primer triunfo como timonel en el máximo circuito (llevaba dos empates y dos derrotas), pero su escuadra apenas consiguió su segunda victoria del certamen y sigue en el sótano, con 10 unidades.

Atlas se mostró peligroso desde los primeros minutos, pero a Barraza le salió lo novato y entregó su disparo al solitario Alejandro Palacios. Después el que falló fue Martín Bravo, al mandar tiro sin colocación que el portero chileno Miguel Pinto desvió con el pie derecho.

Pumas se adueñó del esférico y tuvo llegadas de Bravo y David Izazola, mientras Atlas esbozaba peligro en el contrataque y lo confirmó al minuto 31: el propio zaguero Jonathan Lacerda inició la ofensiva que culminó Bocanegra con tiro a la derecha de Palacios para abrir el marcador.

Daniel Arreola firmó el triunfo de los Zorros en CU con una gran anotaciónFoto Jam Media

Arreola dejó escapar el 2-0 al mandar tiro débil al Pikolín y los felinos se lanzaron al abordaje con cabezazo de Eduardo Herrera y oportuna salida de Pinto, en tiro potente del propio Herrera.

Pero Palencia puso las cosas en su sitio al minuto 36. Por el sector izquierdo, David Cabrera mandó un centro a segundo palo, donde Paco remató de bote pronto para un justo y lógico 1-1.

En la última jugada del periodo Chispa Velarde desperdició una inmejorable opción, al no poder conectar bien el balón y mandar tiro muy desviado cuando llegó al área chica.

El que no perdonó, al iniciar el complemento, fue Barraza, quien aprovechó largo balonazo, se quitó fácilmente a Darío Verón y definió rasante, para el 2-1.

La sorpresa se siguió gestando en otro contragolpe. Al minuto 57, Carlos Orrantia dio mal pase y el esférico le llegó a Barraza, quien desde el círculo central enfiló a velocidad, se llevó a los lentos centrales universitarios y al llegar al área fusiló otra vez al indefenso Palacios.

Desconcierto total en CU con el 3-1, pero sólo cuatro minutos después llegó el tanto que valió el partido: Arreola lavó su pifia previa y marcó un golazo que le aplaudieron propios y extraños, que él explicó a su manera: “Iba contra tres defensas, vi a un compañero y lo único que pensé fue en el marco, vi a Pikolín un poco adelantado y disparé. Tampoco la quería meter en el ángulo, pero sí que se metiera, y afortunadamente entró”.

Por su parte, Memo Vázquez aceptó que nos duele mucho la derrota, la cual –dijo– se debió a 10-15 minutos en que aflojamos y ellos aprovecharon. Argumentó que el rival tuvo la contundencia de la que sus pupilos carecieron.

Es difícil aceptar este resultado, porque el equipo estuvo jugando bien el primer tiempo, tuvo llegada, opciones de gol, pero si no las concretas es difícil ganar. En el segundo tiempo, por un descuido o error que tuvimos, ellos aprovecharon, ésa fue la diferencia. Lo que pasó es que las que nosotros tuvimos no las metimos, ellos tuvieron y sí las metieron. Algo pasa con la actitud, que el equipo afloja un poco y nos ganan; habrá que trabajar en ese aspecto, señaló.