Aún no se observan las hordas juveniles de ediciones pasadas
En cuanto a calidad artística, el FIC ha arrojado un saldo positivo
Lunes 17 de octubre de 2011, p. a12
La capital guanajuatense amaneció con una ligera resaca producto de la jornada sabatina del Festival Internacional Cervantino, que se extendió hasta el amanecer de este domingo.
En el primero de los tres sábados que comprende la edición 39 del encuentro no llegaron las hordas juveniles que han atiborrado en años pasados el centro de esta ciudad.
En 2010, según el comité organizador, la ciudad recibió durante el festival a un total de 179 mil personas y se obtuvo una derrama económica de 423 millones de pesos.
Será este lunes cuando las autoridades den a conocer el balance parcial de lo que han reportado ambos rubros durante estos cinco días de actividades cervantinas.
No obstante, el gobernador de la entidad, Juan Manuel Olivia, adelantó el miércoles pasado, durante la inauguración, que este 2011 se prevé una afluencia total de 138 mil 600 visitantes y obtener una derrama económica de 360 millones de pesos.
Centenas de jóvenes de ambos sexos que se congregaron este sábado en las calles céntricas derrocharon su energía y algarabía todo el tiempo. Fuese en parejas o en grupos de amigos de un mismo sexo o mixtos, gritaron, cantaron, saltaron, bailaron, algunos bebieron, se divirtieron, en una imagen que es común cada año.
Como adelantó a La Jornada, el subsecretario de Seguridad de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, Pablo Sánchez, a partir del viernes fue reforzado el operativo de vigilancia de la ciudad, como ocurrirá asimismo los dos fines de semana siguientes y en la clausura, el 30 de octubre. Participan en total mil 200 elementos policiacos, entre los de procedencia municipal, estatal y federal.
Entre el viernes y el sábado, fue evidente el incremento de patrullajes policiacos a pie y a bordo de unidades motorizadas por calles y plazas durante las 24 horas.
En particular, los policías estatales, a bordo de camionetas pick up, cubrían sus rostros con pasamontañas, además de portar armas de grueso calibre.
A lo anterior, debe sumarse la participación del Ejército, con la instalación de retenes en las vías de acceso a la urbe, en coordinación con elementos de los mencionados cuerpos policiacos.
En lo que respecta los espectáculos artísticos presentados en estos cinco días del festival, el saldo es positivo, en términos generales, según la opinión del público, medios de comunicación y crítica especializada.
El mejor recibido hasta el momentos ha sido el montaje de Una flauta mágica, de Peter Brook, presentado por el grupo francés Théâtre des Bouffes du Nord; aunque también gustó mucho la puesta en escena que Maly Drama Theatre, de Rusia ofreció de El tío Vania, uno de los clásicos de Antón Chéjov.
En esa lista se incluye asimismo la febril poética de la coreografía Now She Knows (Ahora ella sabe), de la compañía noruega Zero Visibility Corp, una reflexión sobre la esencia humana y los diferentes estadios sentimentales y emocionales tratados desde la óptica de la mujer. Esta pieza destacó por el amplio espectro de edades que hay entre las 17 bailarinas del grupo, además de que varias de ellas están embarazadas o ya son madres.
Sobresalen también los conciertos de la Camerata de Oslo, Noruega, y la orquesta de cámara finlandesa Avanti!, que cautivaron al público en Guanajuato, por su excelencia y brillantez.
Sin embargo, la actuación que ofreció este domingo el Cuarteto de la Filarmónica de Berlín, en el Templo de la Valenciana –donde las localidades fueron insuficientes– quedó ya inscrito como una de las sesiones musicales más emotivas del festival Cervantino.
Los cuatro músicos (todos ellos principales de sus respectivas secciones en la Filarmónica de Berlín) y el público gozaron y fraternizaron en este concierto, merced un programa de contrastes, integrado por la tersura de los cuartetos 63 y 32 de Haydn y el poderío del Cuarteto en mi menor opus 59 de Beethoven, interpretados de forma impecable.
En tanto, polarizadas fueron las opiniones que generó Ginkgo, de la compañía alemana Antagón, un espectáculo de teatro callejero que alude a la destrucción y la esperanza, en cuya hechura se emplea la acrobacia, la danza (área y de piso) y la pirotecnia. Mientras algunos espectadores la consideraron una obra genial
y poética
, para otros resultó tediosa y muy lenta, aburrida.
Diego El Cigala llenó la noche del sábado la Alhóndiga de Granaditas, donde presentó su más reciente material, Cigala & tango. Entre el repertorio regaló una sorpresa
¸al interpretar una versión de Vámonos, de José Alfredo Jiménez.
El grueso del público se le entregó incondicionalmente desde el principio, lo que se contrapone con la opinión de algunos críticos y periodistas que cuestionaron que el cantaor gitano se reservara la voz.