París, 14 de octubre. Los dirigentes de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) Camila Vallejo, Giorgio Jackson y Francisco Figueroa se reunieron este viernes en París con el director de la División de Derecho a la Educación de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), David Atchoarena, quien les aseguró que la organización está siguiendo muy de cerca el conflicto educativo chileno que ya dura cinco meses.

Jackson explicó los medios que la reunión sirvió para hacer un diagnóstico sobre lo que está pasando en Chile, la desigualdad en el acceso a la educación y cómo el Estado ha abandonado su rol de garantizar ese derecho.

Nuestro país ha suscrito ciertos acuerdos, tratados que señalan que la educación tiene que ser entendida como un derecho y no como otra cosa, mientras que el gobierno la señala como un bien de consumo, explicó Vallejo.

En el encuentro, Atchoarena les entregó un ejemplar de la Convención relativa a la Lucha contra las Discriminaciones en la Esfera de la Enseñanza, que Chile firmó en 1971 (gobierno de Salvador Allende), la cual entiende por discriminación toda distinción, exclusión, limitación o preferencia, fundada en la raza, color, sexo y posición económica que tenga por finalidad o efecto destruir o alterar la igualdad, y es de obligatorio cumplimiento, según la Unesco.

En las próximas semanas la Unesco dará a conocer los resultados de la novena consulta sobre el cumplimiento de esa Convención.

Este sábado, los estudiantes se reunirán con el sociólogo francés Edgar Morin y el lunes con Stephane Hessel, inspirador del movimiento de los indignados.

Antes se verán con responsables de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra y visitarán la sede de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, club de los 31 países más ricos del mundo, al que Chile adhirió en 2010.

Por otra parte, el presidente chileno –y también exitoso empresario–, Sebastián Piñera, no acudió este viernes a la misa de recuerdo por el rescate de los 33 mineros que permanecieron enterrados durante 70 días en una mina de Copiapó (en el norte del país andino), y en su lugar acudió la primera dama, Cecilia Morel, informó la corresponsalía de La Jornada.