Tres hombres decapitados fueron hallados en Acapulco y uno más en el municipio de Atoyac de Álvarez, en la región de la Costa Grande, informó la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero.

Eran las 3:55 de ayer cuando vecinos reportaron a la policía que en la calle principal de la colonia Miramar se encontraban sobre un colchón los cuerpos de tres hombres decapitados. Junto a ellos estaba una hielera con sus cabezas y un mensaje.

A las 5 horas, en la comunidad El Escorpión, municipio de Atoyac de Álvarez, fue encontrado el cuerpo de Juan Ávila Mesino. Salió a apagar la bomba del agua cuando unos 10 hombres vestidos de negro y encapuchados lo levantaron. Su cuerpo fue arrojado minutos después, pero no la cabeza, dijeron sus familiares.

Estos hechos se produjeron después de que 2 mil agentes de la Policía Federal llegaron a Acapulco en el contexto de la Operación Coordinada Guerrero Seguro. Ellos se unen a los mil 600 municipales, los 600 estatales, además de las fuerzas militares y navales acantonadas en la entidad.

Fue el inicio de una jornada violenta que en el país cobró la vida de otras 43 personas, en el contexto de los ajustes de cuentas de presuntos integrantes del crimen organizado o en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

A pesar de la vigilancia desplegada a causa del partido de futbol entre las selecciones de México y Brasil, que se realizó ayer en el estadio Corona, siete personas fueron asesinadas en Torreón, Coahuila. Cuatro fueron colgadas en parejas –hombre y mujer– de un puente frente al Instituto Tecnológico de La Laguna. Dos más estaban decapitadas; sus cabezas fueron colocadas sobre el toldo de un automóvil y sus troncos en el interior, informó la Fiscalía General del estado.

Los cuerpos de cuatro personas fueron localizados en la congregación Matacocuite, municipio de Veracruz, informó el gobierno del estado. Elementos del programa Veracruz Seguro y de Seguridad Pública acordonaron la zona.

En un enfrentamiento ocurrido en la carretera internacional México 15 de Mazatlán, Sinaloa, fallecieron un pistolero y los policías federal y municipal Ramón Crespo Tejeda y Gabriel García, respectivamente. En otro punto de la ciudad, una persona fue ejecutada, mientras en el municipio de Salvador Alvarado fue localizado un cadáver.

Dos agentes de esta última localidad fueron heridos de bala cuando un comando atacó la sede de la Dirección de Seguridad Pública, lo mismo que los edificios del ayuntamiento, el auditorio y telégrafos, que resultaron dañados.

Otras 22 personas fueron ejecutadas por pistoleros: cinco en Chihuahua, cinco en Durango, cuatro en la zona metropolitana de Guadalajara y dos en puerto Vallarta, Jalisco; dos en Monterrey, Nuevo León; una en Bahía de Banderas, Nayarit; una en Mexicali, Baja California; una en Nogales, Sonora, y otra en Texcoco, estado de México.

En La Paz, estado de México, el policía municipal Guadalupe Olvera Córdova se suicidó la noche del lunes tras matar a Guillermo Ugalde Ramírez, comandante de la dirección de seguridad pública que lo acompañaba, y herir de gravedad a Miguel Morales Victorio, agente del Ministerio Público, luego que éste ordenó su detención porque permitió la fuga de José Porfirio Sánchez Ramírez, chofer del camión 6909 de la línea México-Texcoco, quien fue detenido por sus propios pasajeros después de que fueron asaltados por hombres que aparentaron contubernio con el conductor.

Elementos de Seguridad Pública de Aguascalientes detuvieron en el municipio de Jesús María a la señora Yolín Torres Rangel en posesión de un kilogramo de cocaína, y a Miguel, su ayudante de 15 años de edad.

La Comisión de Derechos Humanos de San Luis Potosí informó que cada mes recibe en promedio 20 quejas por la mala actuación de las corporaciones policiacas, en primer lugar del estado y en orden descendente las municipales de la capital del estado, de Soledad de Graciano Sánchez y Ciudad Fernández. Las quejas más frecuentes son de detenciones arbitrarias, robo, vejaciones, abuso de autoridad y ejercicio indebido de la función pública.