Frente a la preocupante coyuntura actual, el PRI y todas las fuerzas progresistas del país deben alzar la voz en defensa del Estado laico, advirtió el senador Francisco Labastida Ochoa.

Ex candidato presidencial del Revolucionario Institucional en 2000, Labastida sostuvo que el siglo XIX está de nuevo presente: la batalla es entre conservadores y liberales y hay que ir a fondo.

Consideró que la resolución de la Suprema Corte que avaló la penalización del aborto en Baja California y San Luis Potosí es un retroceso, y lamentó que el Presidente de la República haya presionado al Poder Judicial. El principio rector de la República, el laicismo, está amenazado. Ante ello, el PRI no puede abandonar su compromiso histórico con las causas libertarias, subrayó.

Integrante de la Comisión que elabora la plataforma electoral del PRI para 2012, Labastida resaltó que Calderón “va a hacer todo lo necesario y se aliará con quien sea, a fin de retener la Presidencia de la República.

Va a utilizar todos los instrumentos, desde la Procuraduría General de la República (PGR) hasta la Secretaría de Hacienda, y se aliará con quien sea para entronizar a su partido en Los Pinos.

Hizo notar que ello conlleva un gran riesgo, porque al actuar como presidente del PAN y no como Presidente de la República, Calderón propicia el encono entre las fuerzas políticas y dificulta todo tipo de acuerdos.

Lamentó la resolución de la Corte, que dejó en pie la penalización del aborto en Baja California y San Luis Potosí a través de una votación disfrazada de todos los argumentos posibles, pero que aún así es una regresión.

No quiso opinar respecto de la versión del obispo de Mexicali sobre una eventual llamada del papa Benedicto XVI para incidir en la decisión de la Corte. Prefiero no pronunciarme ante esas versiones tan encontradas, pero reitero mi convencimiento de que hay que defender el Estado laico.

Recordó que en el Senado no se ha aprobado la minuta que desde hace dos años les remitió la Cámara de Diputados, a fin de subrayar en la Carta Magna el carácter laico del Estado mexicano, porque el PAN se opone tajantemente a que se apruebe y por ser una reforma constitucional se requieren sus votos.