Espectáculos
Ver día anteriorSábado 1º de octubre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Mañana se presenta el disco El gusto, 40 años... en la Feria del Libro de Antropología

Al son huasteco no se le reconoce, pero es tan importante como el flamenco: Llerenas

Para esta antología escuchamos unos 600 sones y seleccionamos 44, todos, inéditos, explica

 
Periódico La Jornada
Sábado 1º de octubre de 2011, p. 7

En 1971, un músico y tres científicos empezaron, por gusto propio, a grabar el son huasteco que escucharon en los seis estados de la región. Cuatro décadas después, Eduardo Llerenas, sigue grabando y ahora presenta El gusto, 40 años del son huasteco, antología de 44 temas inéditos, grabaciones de grandes huapangueros ya fallecidos y de los jóvenes que dominan el escenario actualmente, el cual va acompañado por un libro de pasta dura con textos, crónicas, entrevistas y la transliteración de cada son.

El gusto, 40 años del son huasteco, editado por Discos Corason, se presenta el 2 de octubre a las 12 horas en la Feria del Libro de Antropología, con comentarios de Arturo Márquez, Armando Herrera y Ramón Vera, así como música en vivo a cargo del Trío Chicamole y Esperanza Zumaya.

El embrión de este libro-disco, informa en entrevista Llerenas, fue “el impulso de satisfacer nuestro placer, cuando Baruj Lieberman, Enrique Ramírez de Arellano, Carlos Perelló y yo decidimos grabar a los músicos de son en su ambiente natural en la Huasteca, en la Costa Chica, en Tierra Caliente... en todos esos lugares, porque en el mercado no existía una buena calidad de este tipo de música, catalogado como son regional mexicano; además era escaso y lo queríamos hacer de forma profesional, pero como pasatiempo.

El trabajo consistía en llegar a las localidades, escuchar a los músicos, preguntar por los tríos sin tener conocimiento de los que había... Este disco sólo tiene el son de la Huasteca, pero grabamos el de todas las regiones de México.

Llerenas continúa: “Así empezó todo, el primer viaje lo hicimos a la Huasteca cargando una grabadora Ampex, grandísima y pesadísima; después hicimos viajes cada fin de semana, porque todos teníamos otros trabajos... nos trepábamos al coche, con cintas, grabadoras y mapas; lo más importante fue que comenzamos a adquirir oído para distinguir e identificar los diferentes géneros y, sobre todo, para saber quiénes eran buenos músicos.

Como no era un trabajo formal grabábamos sólo lo que nos gustaba. Llegamos a desarrollar un oído como los habitantes de cada región. Cuando elegíamos a quienes íbamos a grabar nos poníamos de acuerdo con los músicos. Los lugares para grabar tenían que ser acústicamente aislados, para no tener ruidos externos, para hacerlo de manera profesional, pero que fueran de campo, desde la casa de uno de los músicos, una escuela, una iglesia, incluso en Apatzingán lo hicimos en un cuartito de burdel, porque era buenísimo para grabar, aunque con las malas miradas de la clientela.

El entrevistado agrega: “Siempre pagamos a los músicos lo que pedían por su actuación y teniéndole consideración total. En resumidas cuentas, eso fue lo que hicimos por muchos años... hasta 1986, cuando decidí dejar mi carrera de químico y dedicarme por entero a editar discos.

Para esta antología tuvimos que escuchar unos 600 sones y seleccionar los 44, todos, inéditos.

El gusto, 40 años del son huasteco incluye grabaciones de músicos que se volvieron leyendas de la región, aun sin lograr la proyección de Los Camperos de Valles. Algunos de ellos dejaron escuela, a pesar de haber grabado pocas veces.

Inocencia Zavala, El 30 meses, Juan Coronel y Carlos, El Zurdo, Castillo, inspiraron a una generación de huapangueros cuyos hijos y nietos buscan sus grabaciones para saber cómo tocaban. Entre las mujeres grabadas durante estos 40 años, se encuentran la legendaria La Güera Maza, Natalia Valdés y Eperanza Zumaya.

Foto
Eduardo Llerenas, flanqueado por integrantes de Los Camperos de VallesFoto Livia Rad

De la generación más reciente de huapangueros, El gusto, 40 años del son huasteco incluye grabaciones de Dinastía Hidalguense y del Trío Chicamole, ambos de Hidalgo. Este último grupo se presentará en ambos actos, cuando también se anunciará su nuevo disco, Huapango en Wi-fi.

Los textos de El gusto, 40 años del son huasteco incluyen el relato de Eleazar Velázquez, de su vivencia entre músicos huastecos. Este escritor y cronista guanajuatense nació y creció entre el son arribeño y el huasteco, y ha publicado varios libros de crónicas y conversaciones con músicos de la región.

Eduardo Llerenas relata sus experiencias durante 40 años de grabar en toda la región, y ofrece una explicación de la ‘ciencia’ detrás de una buena grabación de campo.

Juan Jesús Aguilar, escritor y poeta tamaulipeco, escribe de dos grandes violinistas ya fallecidos: Juan Coronel y Carlos Castillo, y Mary Farquharson entrevista a Heliodoro Copado y al joven violinista de Hidalgo, Casimiro Granillo, El Arco Loco.

Valor ideológico

En todos estos años de dedicarse a la arqueología del son, Eduardo Llerenas menciona que: “La situación del son no ha cambiado mucho, siempre ha sido vista como música de campesinos, de sombrero y huarache y no se le da la valoración que debería de tener, como al flamenco por ejemplo.

“En el caso de México le dan valor a nivel ideológico; se celebra la Guelaguetza, pero sólo una vez al año, después se guarda. También existe el fenómeno de que regionalmente sí tiene vigencia e importancia, sobre todo en la Huasteca, donde en los años recientes han surgido unos 300 tríos de gente joven que lo están revalorando... Desde la ciudad de México existe el desconocimiento total del son, si no se tiene una filiación con la Huasteca o la Costa Chica se ignora qué géneros existen, no se percibe; también hay la tendencia a decir ‘si no lo conozco, no existe’ o ‘eso ya está desapareciendo’.

“En el caso del son jarocho ha habido una revitalización muy consciente, que empezó con Mono Blanco, quienes pusieron talleres para enseñarlo.

En otras regiones su desarrollo ha sido natural... músicos escuchando a los viejos, sin escuela, pero trasmitiéndolo de forma oral. Desde chiquitos agarran la jarana o el violincito y empiezan a tocar.

El gusto, 40 años del son huasteco se presentará mañana 2 de octubre, último día de actividades de la Feria del Museo Nacional de Antropología, a las 12 horas, en el Auditorio Jaime Torres Bodet, con la participación de Arturo Márquez, Armando Herrera, Ramón Vera y música en vivo del Trío Chicamole e invitados (Huapango wi-fi), entre ellos Marcos Hernández, de Los Camperos de Valles.

Posteriormente, a las 16:30 en el patio central del museo se repetirá el programa musical.

Además, el 9 de octubre se presenta El gusto, Los Camperos de Valles e invitados, concierto magno en la Plaza de las Artes del Centro Nacional de las Artes (CNA), donde varios tríos y solistas interpretarán sones huastecos.