La inseguridad que se vive en el país, en particular en los estados donde más presencia tiene el narcotráfico, ha alterado la rutina de los ciudadanos, aseguró el investigador Raúl Benítez Manaut, del Centro de Investigaciones de Estudios sobre América del Norte de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y presidente del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia AC (Casede).

De acuerdo con los resultados de la encuesta Ciudadanía, democracia y narcoviolencia –realizada por el Casede, el Centro de Estudios para la Gobernabillidad Institucional del Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa y el Sistema de Mercados de Opinión, que se aplicó a 7 mil 416 personas en siete entidades del país–, parte de los mexicanos han abandonado la vida nocturna por temor a la violencia ligada al crimen organizado.

Sesenta y uno por ciento de las personas encuestadas aseguró que evita salir por las noches debido a la inseguridad, 35 por ciento ha dejado de visitar a amigos y familiares que habitan en ciertas zonas de sus ciudades y 30 por ciento ha dejado de utilizar las carreteras federales o estatales.

En entrevista, el académico universitario indicó que estos datos están relacionados con las entidades en las que se levantó el sondeo: Chihuahua, Nuevo León, Michoacán, Guerrero, Jalisco, Distrito Federal y estado de México. En Chihuahua y Nuevo León, sobre todo, las personas han alterado mucho su vida habitual, han dejado de hacer vida nocturna y de asistir a bares, están alertas y han incrementado la inversión para garantizar su seguridad personal.

Chihuahua es la entidad donde menos se sale de noche (76 por ciento), seguida por Nuevo León con 70, Guerrero, Jalisco y Michoacán con 67, estado de México 54 y la capital del país, con 51 por ciento.

La encuesta, con 200 preguntas, se aplicó entre mayo y junio pasados a personas de 16 a 60 años mediante entrevistas directas.

Los resultados indican que, a escala nacional, el Ejército y la Marina tienen una imagen positiva entre los ciudadanos, lo contrario de las policías Federal y estatales.

Sin embargo, al comparar los resultados por estado, las fuerzas armadas presentan un índice de aprobación muy bajo en Chihuahua (10 por ciento avala mucho la labor del Ejército en tareas de seguridad y 8 el de la Marina). En el Distrito Federal, 21 por ciento de los encuestados apoyan las acciones de los militares y 22 las de los marinos.

En el estado de México, la aprobación para ambas instituciones es de 23 por ciento; en Guerrero, 32 puntos para los primeros y 30 para los segundos; en Michoacán se otorga 33 por ciento de respaldo a ambos; en Jalisco el porcentaje es de 61 puntos, y en Nuevo León las personas encuestadas dijeron que apoyan más a soldados y marinos, con 61 por ciento de aprobación.

Si bien la estrategia contra el crimen organizado del gobierno federal cuenta con apoyo de los encuestados, casi 90 por ciento considera que las autoridades no deben vulnerar garantías fundamentales en estas acciones.

Benítez Manaut indicó que hay otros estados donde las conductas ciudadanas probablemente se han modificado por la violencia del crimen organizado. Entre ellas están Veracruz, Zacatecas y Sinaloa.