Toluca, 25 de septiembre. El técnico Héctor Hugo Eugui se sacudió la presión que lo acechaba después de tres juegos sin triunfo, luego que Toluca venció 2-1 a los Monarcas. La victoria estuvo apuntalada con un par de anotaciones del uruguayo Iván Alonso, las cuales arrancaron los festejos en el estadio Nemesio Diez.

Luego de realizar drásticos cambios en su alineación, donde el estratega remitió al banquillo a jugadores como Manuel de la Torre y Édgar Dueñas, los escarlatas mostraron mucha iniciativa y buscaron superar el recio mediocampo de los visitantes.

Fue un clásico partido de menos a más, con un Toluca muy modificado, pero que agradó a la tribuna por la entrega de los jugadores que saltaron a la grama.

El espigado zaguero Diego Novaretti intentaba ser el hombre sorpresa por parte de los rojos, sacó un disparo por derecha elevado y Sinha lo buscó de manera insistente con pases filtrados. Isaac Brizuela era uno de los hombres con más movilidad, pero también uno de los que más reclamos recibió por parte de Iván Alonso.

Al minuto 37, Brizuela por fin dio un pase a Diego Alonso, quien con gala burló al portero argentino Federico Vilar, lo sacó de combate y disparó para inaugurar el marcador y festejar en grande, aunque el graderío no lució lleno, como en las mejores tardes del equipo choricero.

Toluca pudo irse al descanso con ventaja gracias a una buena labor defensiva, donde destacó Aureliano Torres, titular esta tarde, quien evitó un gol por parte de Sabah justo sobre la línea de gol, después que el quintanarroense ya había superado al portero Talavera.

El segundo tiempo comenzó espectacular con la ofensiva de Morelia. Al minuto 50, Miguel Sabah mandó servicio a Luis Alonso Sandoval, quien disparó potente, el arquero Alfredo Talavera rechazó, pero El Negro se encontró con el rebote y contrarremató por fin en forma certera para decretar el gol del empate a uno.

Continuó el buen momento de los visitantes, que volvieron a pisar con peligro el área de Alfredo Talavera, pero los escarlatas hicieron jugada por derecha para sentenciar el partido.

El argentino Martín Romagnoli dio pase a Alonso, quien aguantó la encimosa marca de Joel Huiqui y luego se dio la media vuelta para realizar disparo potente y raso; su envío entró junto a la base del poste derecho y se decretó el 2-1 definitivo, así como el primer doblete del jugador sudamericano.

El partido se encaminó a la recta final en medio de una serie de cambios para ajustar líneas de acuerdo con las necesidades de cada equipo; Eugui defendió el marcador al enviar a Dueñas por Brizuela; el zaguero entró entre abucheos a tres minutos del final del juego. El público le pasó la factura por su mal desempeño en el partido anterior.

El árbitro Marco Antonio Rodríguez tuvo aceptable labor y más en comparación con su encuentro anterior. Amonestó por Toluca al portero Alfredo Talavera y por Morelia hizo lo propio con Enrique Pérez y Joel Huiqui.

Eugui manifestó: Habíamos hablado de compromiso, y sin participación no hay compromiso. Ayer ellos advirtieron que no había mañana. Gracias a Dios han demostrado que cumplen su palabra y se entregaron dentro del campo de juego, se merecían este triunfo porque lo trabajaron, fueron inteligentes y, sobre todo, porque estábamos en- frentando a un gran rival, a un equipo enrachado.

El técnico dijo que nunca perdió la tranquilidad, pero sus pupilos sí. Ellos venían arrastrando desasosiego, buscamos esta semana elevar la autoestima, yo creo que por ahí pasaba todo, era una desconfianza... se encontraban con hostilidades, e incluso pidieron que los dejaran jugar tranquilos y los apoyaran, remató.

Antonio Naelson, Sinha, expuso: Se libera presión, (con la victoria) de una u otra manera se pone más tranquila la cosa. Hay que respaldar al técnico, porque lo más fácil en la vida, y me refiero dentro del futbol, es correr al entrenador y no queremos eso, debemos apoyarlo en todo momento. Con buenas actuaciones y triunfos es como vamos a respaldarlo.

Roberto Hernández, auxiliar de Morelia, comentó: Las derrotas duelen, sin duda. Esperábamos un mejor desarrollo de juego por parte de la gente que estaba dentro de la cancha. No creo que nos hayamos tardado en los cambios, simplemente hoy no funcionó el equipo, independientemente de los que entraron de relevo.