Piden a Chile extraditar a ex juez represor
Domingo 18 de septiembre de 2011, p. 23
Buenos Aires, 17 de septiembre. Miles de estudiantes salieron a las calles en todo el país para conmemorar el 35 aniversario de la Noche de los lápices, cuando el 16 de septiembre de 1976 la dictadura militar secuestró a un grupo de jóvenes de secundaria en La Plata, provincia de Buenos Aires, de los cuáles varios continúan desaparecidos.
Las mayores movilizaciones fueron en esa ciudad y en esta capital, donde en distintos colegios se homenajeó a maestros y estudiantes desaparecidos en la pasada dictadura militar (1976-1983).
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner también evocó a las víctimas de la Noche de los lápices, que estudiaban en la Escuela Normal de Artes Plástica número tres de La Plata, al inaugurar la Universidad Nacional del Oeste, en Merlo, provincia de Buenos Aires, y consideró que el mejor homenaje para aquellos jóvenes es estar inaugurando esta universidad nacional, pública y gratuita
. Es la novena casa de altos estudios que abre sus puertas desde 2003 en el conurbano bonaerense.
Los adolescentes plagiados en La Plata militaban en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). Precisamente la próxima semana comenzará el juicio a los responsables de los crímenes cometidos en el centro Pozo de Arana donde los mantuvieron secuestrados. Los que sobrevivieron pudieron dar testimonio sobre esos crímenes.
En los actos habló Emilce Moler, ex militante de la UES, secuestrada en septiembre de 1976. Es importante pensar la participación de los jóvenes en la política. No los secuestraron porque pedían el boleto (estudiantil), sino porque eran militantes políticos. Pienso en los que ahora no están, los que están enterrados, los pienso como semillas, y ahora veo las flores que ya crecieron
, dijo la sobreviviente.
También Pablo Díaz, otro de los sobrevivientes, sostuvo que ahora existe una reivindicación de la militancia y que ya no se siente culpable de haber luchado por un país mejor
, y recordó que antes, por la impunidad existente, tenía que explicar en todas partes lo que fue la Noche de los lápices.
En tanto, en esta capital otros miles de jóvenes marcharon e hicieron actos frente a la jefatura de gobierno y Plaza de Mayo, y los integrantes de la Coordinadora Unificada de Estudiantes junto a la UES llegaron hasta el consulado chileno para solidarizarse con los estudiantes de ese país que luchan por la educación gratuita y cambios en el sistema educativo.
En todos los lugares los nombres de los jóvenes desaparecidos (Daniel Alberto Racero, Horacio Ángel Ungaro, Francisco López Muntaner, María Claudia Falcone, Claudio de Acha y María Clara Ciocchini) fueron coreados por miles junto a los de Emilce Moler, Pablo Díaz, Gustavo Calotti y Patricia Miranda, que sobrevivieron y sufrieron inenarrables tormentos.
En tanto el embajador argentino en Chile, Ginés González García, pidió dejar actuar a la justicia
en el caso del ex juez Otilio Romano, acusado de complicidad en 103 delitos de lesa humanidad durante la pasada dictadura, quien huyó al país vecino y pidió refugio como perseguido político
.
Sobre Romano pesa una orden de captura por haberse fugado tras haber sido suspendido en su cargo.
Ante una serie de versiones de algunos medios, el embajador dijo que todo se tramitará de justicia a justicia, porque hay procedimientos, leyes en cada país, códigos internacionales. En eso nuestro gobierno no se mete. Aunque tengo que decir que al pueblo argentino, no sólo a la presidenta, le interesa
lo que suceda en este caso.